Se estima que la falsificación puede llegar a una escala mayor.
CONURBANO E INTERIOR BONAERENSE

Alertan por billetes falsos de $1000

Un informe privado revela que la circulación de moneda apócrifa tuvo un fuerte crecimiento en el último año.

En medio de la pandemia, la falsificación de billetes de 1.000 pesos creció un 100% al pasar de 160 casos a comienzos de 2020 a los 320 casos actuales detectados en la zona del Área Metropolitana de Buenos Aires (y en el interior provincial). Los datos surgen de un informe de la ONG Defendamos Buenos Aires, en el que se asegura que el tráfico de moneda falsa sigue una ruta que se inicia en Perú y pasa por Bolivia antes de entrar en territorio argentino.
Hace unos días la detención de un hombre en el barrio de San Nicolás tras haberle entregado a una persona unos 46 mil pesos apócrifos a cambio de 300 dólares despertó la alarma ante la posibilidad de que la falsificación de esos billetes sea más frecuente.
Con la autorización del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Número 2, a cargo del doctor Ramos y ante la Secretaría 3 del doctor D'Elía, se detuvo al estafador y se procedió a su traslado a la Comisaría, además de secuestrar los 46 billetes de 1.000 pesos que había entregado en la transacción.

Fuerte incremento
Según la Encuesta Mensual de Inseguridad elaborada por la entidad dirigida por el abogado Javier Miglino "quedó acreditado que la comisión del delito de falsificación de moneda creció un 100 por ciento desde febrero de 2020, cuando pasó de 160 casos a 320 en la Capital Federal y el territorio bonaerense".
"Hace tiempo que la Justicia Federal tiene en la mira a diversas bandas que trafican billetes argentinos falsos desde Perú, ingresando por la frontera con Bolivia, para comercializarlos en distintos puntos del país, llegan por último a Buenos Aires, a través de las numerosas ferias clandestinas desperdigadas por el distrito AMBA", explicó Miglino.
Otro de los lugares preferidos para concretar la estafa son las estaciones de servicio y los bares, "que ante la pandemia de coronavirus, deben optar por bajar la persiana o trabajar con todos los riesgos asumibles, lo que genera fatiga extra". 
"Durante la pandemia de coronavirus el comerciante, que está agobiado por los aumentos en el alquiler, la luz, el gas, el agua, las expensas, los impuestos y la propia mercadería se concentra en atender bien a un cliente que no para de comprar y que, mejor aún, paga todo en efectivo", dijo Miglino. Según el especialista "terminada la operación y al momento de hacer el depósito en el banco o de realizar algún pago surge la anomalía de que todos o la mayoría de los billetes de 1000 pesos son falsos y en ese momento toman conciencia de que han sido timados".