Gimena y Macarena, las hermanas encargadas de seducir hombres.
DESMANTELAN UNA BANDA

Falsas promotoras seducían hombres y los secuestraban

Se trata de dos hermanas, Gimena y Macarena, que entregaron a dos víctimas, mientras que al momento de caer planificaban otro asalto junto a “Topo”, uno de los líderes del grupo.

Gimena y Macarena eran las encargadas de seducir a hombres, para luego entregarlos para su secuestro a una banda que está acusada de "robo agravado por el uso de armas, robo agravado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no ha podido ser tenida por acreditada, robo agravado en poblado y en banda, secuestro extorsivo agravado por haber logrado el propósito y por haber participado tres o más personas".
Junto con las dos mujeres, que son hermanas, las autoridades detuvieron a otra seis personas, todos hombres, entre ellos al cerebro de la organización, identificado como "Topo" Ojeda, pareja de Gimena.
La organización fue desarticulada luego de diez allanamientos que se realizaron en distintos puntos del conurbano. Los operativos fueron realizados en Paso del Rey, Merlo, Isidro Casanova (en la zona oeste) y en Longchamps y Villa Albertina (zona sur), donde se detuvo a ocho integrantes de la banda: las dos mujeres que captaban a los posibles objetivos, y seis hombres que concretaban el secuestro.
El hecho que se les imputa es uno que se inició en Pinamar y tuvo su punto máximo de acción en Puerto Madero. Pero los investigadores tienen probado que al momento de caer detenidos ya tenían en mente un nuevo ataque, un robo, un asalto, que "Topo" y las falsas promotoras ya estaban tramando.
A raíz de la denuncia de una de las víctimas, los detectives del Departamento Antisecuestros y de Investigación del Secuestro Extorsivo de la Policía Federal (PFA) iniciaron una investigación y descifraron el modus operandi de la organización.

Cómo operaban
Todo comenzó en noviembre de 2018, cuando una de las mujeres, haciéndose pasar por promotora, captó la atención de uno de los hombres en las playas de Pinamar y empezaron a mantener una relación. Luego de varios meses, el 9 de marzo de este año, acordaron verse nuevamente y programaron una salida en la que este hombre fue con un amigo empresario y la joven con su hermana.
Según fuentes judiciales, los cuatro fueron a tomar algo a un bar en Ituzaingó en la camioneta Volkswagen Amarok de uno de ellos y al cabo de dos horas una de las chicas dijo que quería regresar y las llevaron hasta cerca de su casa, en Paso del Rey.
Una de las mujeres hizo bajar del vehículo a uno de los hombres para besarlo y fue en ese momento que aparecieron varios delincuentes armados y encerraron a éste en el baúl de una camioneta VW Surán y lo llevaron hasta un terreno de Merlo, donde la mantuvieron cautivo con precintos.
Mientras tanto, a su amigo lo dejaron en la Amarok y le taparon la cabeza con una bolsa: luego, le llegaron a exigir dos millones de pesos para liberar a la otra víctima, pero después de que éste hiciera distintas tratativas, logró obtener 60.000 dólares que fue a buscar a un departamento en Puerto Madero con los delincuentes. Tras entregar el dinero, los secuestradores liberaron a ambos en Merlo, aunque robaron la camioneta Amarok, 40.000 pesos y teléfonos celulares.
Tras la denuncia de los amigos, el personal de la PFA rastreó la camioneta y la localizó en Lanús, donde los policías la interceptaron y detuvieron al conductor, quien tenía los celulares de las víctimas. Del análisis del teléfono de este detenido y como consecuencia de la profundización de las tareas de inteligencia criminal, los policías hallaron vínculos entre las hermanas y el resto de la banda delictiva.
Toda esta información le fue entregada al fiscal 1 de Moreno-General Rodríguez, Leandro Ventricelli, quien ordenó el allanamiento de diez viviendas vinculadas con la organización, con la colaboración del titular de la Unidad Fiscal especializada en Secuestros Extorsivos, Santiago Marquevich.