Clausuran 303 carnicerías en la provincia de Buenos Aires por no pagar impuestos

ARBA constató que un tercio de los comercios fiscalizados no estaban inscriptos en Ingresos Brutos o no facturaban.

Tras realizar controles en más de 900 carnicerías del área metropolitana e interior de la provincia de Buenos Aires, fiscalizadores de ARBA suspendieron la actividad comercial de 303 establecimientos al constatar que carecían de inscripción en el Impuesto sobre los Ingresos Brutos, o bien que, estando registrados, no facturaban sus ventas.

El director de la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires, Gastón Fossati, subrayó que “con estas acciones de fiscalización buscamos profundizar las medidas que venimos implementando desde el año pasado para regularizar los distintos eslabones de la cadena de producción y comercialización de carne”.

“En este caso, los controles se enfocaron sobre el comercio minorista con el objetivo de detectar situaciones de informalidad y exigir a los responsables de las carnicerías en infracción que cumplan con sus obligaciones fiscales, tal como lo hace el resto de los contribuyentes”, explicó.

La suspensión provisoria de las actividades comerciales se extiende hasta que los establecimientos infractores regularicen su situación fiscal y, en forma complementaria, ARBA aplica una multa cuyo valor depende de la falta cometida. La mayor cantidad de cierres temporarios abarcó locales ubicados en La Plata (54), La Matanza (39), Quilmes (39), Lanús (20), Moreno (18), Florencio Varela (17) y Morón (16).

El titular de ARBA aseguró que “al reducir la evasión fortalecemos la equidad y beneficiamos a los contribuyentes cumplidores. Si todos trabajan en regla, el padrón de inscriptos se amplía y la carga impositiva se distribuye de manera más justa”. En esa línea, destacó que “formalizar la economía es fundamental para que la Provincia pueda seguir bajando la presión tributaria a los sectores productivos”.

Hace poco más de un año, en el marco de una estrategia conjunta, tanto ARBA como AFIP y el Ministerio de Agroindustria de la Nación pusieron en marcha diversas acciones para combatir la evasión en toda la cadena de la carne, que registraba un alto índice de incumplimiento.

Entre otras herramientas de control, fue creado un registro de operadores de la cadena de producción y comercialización de haciendas; se incorporaron pagos a cuenta de IVA e Ingresos Brutos como condición previa para la faena; se generalizó el régimen de percepción de Ingresos Brutos que se aplica para la comercialización de carnes rojas; y se fortaleció el cruce de datos electrónicos entre los distintos organismos que intervienen en el proceso de fiscalización.

Ese conjunto de medidas aportó transparencia y equidad al funcionamiento de cada segmento del sector cárnico, con mecanismos de control que otorgan trazabilidad a las operaciones, abarcando a productores, consignatarios, industria, comercios mayoristas y minoristas.