OPINIÓN

Proteger el estatus sanitario internacional

Ser un país que produce alimentos y que estos sean reconocidos a nivel mundial es una ecuación posible solo trabajando en un aspecto que no puede ser descuidado: el de controlar lo que ingresa al país.

La Argentina tiene un estatus sanitario que muchos países querrían tener y que amerita ser cuidado en forma permanente. 
Mucho más si se tiene en cuenta que hoy la aspiración es convertirse en el supermercado del mundo, lo que obliga a mantener -o incluso a mejorar- ese estatus si pretende acceder a nuevos mercados internacionales.
Ser un país que produce alimentos y que estos sean reconocidos a nivel mundial es una ecuación posible solo trabajando en un aspecto que no puede ser descuidado: el de controlar con mucho esmero todo lo que ingresa al país.
Y aquí hay que detenerse a observar un detalle nada desdeñable: la Argentina posee 15 mil kilómetros de frontera, y a lo largo de ellos el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) está presente en 93 puntos de ingreso donde cumple sus  funciones junto con otros organismos de control.
Todas las medidas de prevención que se disponen en las fronteras intentan sostener esta fortaleza, de ahí la importancia de que el viajero comprenda el rol de esta labor y colabore con el país, ingresando sólo aquellos alimentos que no revisten riesgo sanitario.
Por eso los pasajeros que vuelven al país por pasos terrestres, aeropuertos o por vías fluviales o marítimas deben tener presente que no se pueden ingresar determinados productos y subproductos de origen animal y vegetal sin la autorización correspondiente,  precisamente como medida de prevención contra plagas y enfermedades que si ingresaren pueden afectar la producción agropecuaria nacional.

Todas las medidas de prevención que se disponen en las fronteras intentan sostener esta fortaleza, de ahí la importancia de que el viajero comprenda el rol de esta labor y colabore con el país, ingresando sólo aquellos alimentos que no revisten riesgo sanitario.

Es importante asesorarse para evitar situaciones comprometedoras e identificar aquellos productos o alimentos que tienen permiso para ingresar al país por no revestir ningún  riesgo, siempre que sean cantidades acordes para un consumo personal o familiar y cuenten con la debida rotulación del país de origen.
En 20 aeropuertos con arribos internacionales y arribos en territorio nacional, 48 puertos fluviales y marítimos y 25 puntos de ingreso terrestres, los agentes del Senasa se encargan de verificar que los pasajeros no ingresen animales vivos sin su correspondiente documentación sanitaria y aquellos agroalimentos de riesgo tales como embutidos, chacinados y frutas, así como también flores y semillas.
Si se permitiera ingresar al país alimentos no autorizados o no rotulados (artesanales o caseros) se estaría poniendo en riesgo la sanidad animal o vegetal, o la salud de los consumidores al no contar con la calidad y la inocuidad adecuada.
Es por esto que, si como resultado de las inspecciones se detecta la presencia de cualquier mercadería que pudiese implicar un riesgo potencial a la salud pública, animal y/o vegetal –cuyo ingreso no esté permitido de conformidad con la normativa vigente o no cumpla con los requisitos necesarios para ingresar como equipaje acompañado– se procede de inmediato a su decomiso, desnaturalización y posterior destrucción en presencia del  pasajero.
Todo esto genera un momento incómodo para el pasajero que en muchos casos adquirió el producto en cuestión sin saber que no podía ingresarlo al país, o incluso lo recibió de regalo en el lugar donde estuvo de visita. 
Pero es una tarea esencial para el agente del Senasa tener que proceder a la destrucción del producto, ya que es la única forma en que se puede sostener el estatus sanitario del país.
Es por eso que el Senasa recomienda a los viajeros que se informen previamente acercándose a cualquiera de las 368 oficinas del Organismo distribuidas en todo el país, llamando a la línea gratuita 0800-999-2386 o ingresando al sitio web www.senasa.gob.ar, a fin de evitar problemas a la hora del regreso.

(*) Ingeniero agrónomo de Coordinación de Fronteras y Barreras del Senasa.