ENFOQUE

Mercado climático sudamericano

En la actualidad, definida la oferta del hemisferio norte, los comerciantes miran con preocupación el desarrollo de los cultivos.

El atraso en la implantación de la cosecha gruesa en Argentina y en menor medida en Brasil por la falta de precipitaciones en la región comienza a inquietar a los operadores mundiales de los commodities agrícolas. 
En la actualidad, definida la oferta del hemisferio norte, los comerciantes miran con preocupación el avance de las labores y desarrollo de los cultivos, lo cual se constituye en un claro ejemplo de "mercado climático".
Si a ello se suma la marcada retención en las ventas de soja de la campaña pasada y la próxima, en ambos países, se puede explicar cierta firmeza en el precio de la oleaginosa, aun en el marco de una oferta mundial estimada récord.
En nuestro país, los problemas de sequía que se observaban en el NEA y NOA se extendieron a gran parte de la región pampeana, lo cual impide un mayor ritmo en las labores de siembra de los granos gruesos. 
Así en maíz, la misma se estancó en torno al 40% de la superficie total proyectada (5.4 millones de hectáreas) coincidente con el uso de materiales tempranos, esperando vuelva a  activarse desde fines del mes de diciembre en adelante con los llamados "maíces tardíos", quienes ocupan año tras año cada vez mayor área.
Con relación a la soja, hacia mediados de diciembre se habían sembrado cerca del 60% del área final, prevista en 18.1 millones de hectáreas, con un leve retraso respecto a igual fecha del ciclo anterior.

En nuestro país, los problemas de sequía que se observaban en el NEA y NOA se extendieron a gran parte de la región pampeana, lo cual impide un mayor ritmo en las labores de siembra de los granos gruesos.

No obstante, tanto en maíz como en soja, las proyecciones de siembra seguramente deberán ser revisadas. Ello se fundamenta en que de continuar la escasez de precipitaciones es factible que se reduzcan o bien puedan modificarse a favor de alguna de ellas. 
Recordemos que cuando se analizan en las últimas semanas, los márgenes brutos de producción de ambos granos, estos se modificaron lentamente a favor de la soja.
Al mejor precio relativo de la oleaginosa (265 dólares la tonelada para la soja a cosecha vs. 150 dólares la tonelada del maíz) se suman los mayores costos de implantación (semilla,  fertilizantes, etc.) y de comercialización (impacto de los fletes por mayor volumen por hectárea, secado, acondicionamiento, etc.) que tienen mayor incidencia en el caso del maíz.
Respecto al tema de precios, la fuerte retención de la soja del ciclo 2016-2017, que asciende según cifras oficiales hacia mediados del corriente mes a 20 millones de toneladas (entre a fijar precio y en poder de los productores), pareciera que continuaría, ya que los oferentes esperan un nivel superior. 
Ello tiene efectos muy negativos en los márgenes de exportación, tanto de materia prima como de productos elaborados, ya que los operadores para conseguir mercadería tienen que optar por pagar más.
En ese marco, está prácticamente concluida la exportación de soja, restando sólo como demandante la industria procesadora local, que ante la escasez de grano está trabajando con un nivel de ociosidad cercano al 35% del total de capacidad instalada.
De continuar esta situación, difícil de explicar, cuando no se observan "pases" de relevancia en los precios futuros, los stocks finales de soja podrían alcanzar el récord de 10 a 11 millones de toneladas, que incrementarían la oferta de la nueva cosecha 2017-2018 en forma significativa, a pesar de las mermas que puedan darse como consecuencia de condiciones climáticas poco favorables.

(*) Agritrend SA.