ENFOQUE
Hollande, presidente con amoríos
El líder francés realizará esta semana una visita a la Argentina y se reunirá con Macri. Cómo llegó a la cima institucional de la quinta potencia mundial. Una vida marcada por la política y las relaciones sentimentales.
Esta semana llegará a nuestro países presidente de Francia, Francois Hollande. Es un sobrio líder socialista que ha tenido algunos escándalos de polleras que afectaron su imagen y su bajo perfil.
No es parisino. Hollande nació el 12 de agosto de 1954 en Rouen, Normandía, al norte de Francia.
Creció en el seno de una familia conservadora, descendiente de protestantes holandeses que en el siglo XVI se refugiaron en Francia huyendo de la persecución religiosa. Hijo del doctor Georges Gustave Hollande, médico otorrinolaringólogo simpatizante de la extrema derecha, y de Nicole Frédérique Marguerite Tribert, trabajadora social, pasó la infancia en Bois-Guillaume, en los altos de Ruan.
Cursó estudios en el lycée Pasteur de Neuilly-sur-Seine, para entrar posteriormente en la facultad de Derecho de París, donde se recibió de abogado. Ingresó en la Escuela de Estudios Superiores de Comercio, después cursó Ciencias Políticas y finalmente consiguió acceder a la ENA, la escuela de la élite política francesa. Allí conoció a Jean- Pierre Jouyet, presidente de la Autoridad de los Mercados Financieros, y a Michel Sapin, ex ministro de Economía.
En su promoción coincidió con el ex primer ministro Dominique de Villepin y con una compañera de clase de la que se acabaría enamorando: Ségolène Royal, con quien iniciaría una relación que iba a durar casi treinta años y con la que tendría cuatro hijos (Thomas, Clémence, Julien y Flora).
Nunca se casaron. François y Ségolène se iniciaron juntos en política.
Juntos se incorporaron a principios de los ochenta al gabinete de François Mitterrand en el Elíseo y juntos entraron en la Asamblea Nacional como diputados electos por primera vez en 1988.
Luego protagonizaron una ruidosa separación y terminaron compitiendo, uno contra otro, por la candidatura presidencial del socialismo.
Hollande fue auditor en el Tribunal de Cuentas en 1980 y 1981 y comenzó su carrera política en las elecciones legislativas de junio de 1981. En noviembre de 1994 fue nombrado Secretario del Consejo Nacional de Partido Socialista y un año después Secretario Nacional de Prensa hasta octubre de 1995. En junio de 1997 fue Primer Secretario delegado del Partido Socialista tras la victoria en las elecciones legislativas.
Con el tiempo se convertiría en la mano derecha de Lionel Jospin.
Pasó a su lado 11 años y consiguió varias victorias simbólicas, pero también derrotas, como la de 2002. Fue concejal de la ciudad de Tulle hasta marzo de 2001. Renunció a su mandato como Vicepresidente del Consejo Regional de Limousin en marzo de 2001 tras haber sido elegido alcalde de Tulle en la Corrèze.
En 2007, Jospin se retira de la política y Hollande parece el mejor posicionado para tomar su relevo.
Pero las bases prefieren a Ségolène.
Se separaron la noche que ella perdió las elecciones presidenciales.
Ejerció el cargo hasta marzo de 2008, cuando se convirtió en Presidente del Consejo General de la Corrèze, tras ganar las elecciones cantonales.
A lo largo de treinta años, Hollande ha ocupado todos los cargos estratégicos de la burocracia de su partido, siempre eclipsado por sus mentores, Jacques Delors (padre de Martine Aubry) y Lionel Jospin (candidato socialista en 2002). En 2009, creó la asociación Responder desde la izquierda.
Simpático y aficionado a las bromas, su carácter le aleja del estereotipo del líder carismático, del caudillo.
Compitió en las primeras primarias ciudadanas organizadas por el Partido Socialista y el Partido Radical de Izquierda.
El 16 de octubre 2011 fue designado candidato para las elecciones presidenciales de 2012 en Francia con 56,57% de los votos. Había enfrentado en esos comicios a su ex esposa. El 22 de abril de 2012 François Hollande gana la primera ronda de las elecciones presidenciales por delante del jefe de Estado y líder de la formación conservadora Unión por un Movimiento Popular, Nicolas Sarkozy. El domingo 6 de mayo de 2012 el socialista Hollande vence al conservador Sarkozy en la segunda ronda de las elecciones francesas y la izquierda recupera el Elíseo 17 años después en unos comicios marcados por la mayor crisis económica y social en medio siglo.
Desde que se separó de Royal, Hollande convió con la periodista Valerie Trierwiler, que dejó su trabajo para no incurrir en conflicto de intereses. El 25 de enero de 2013, el presidente francés anunció “el fin de su vida en común” con la que hasta ese momento era su pareja y primera dama de Francia. La pareja tomó la decisión de separarse después de que un semanario revelara la relación sentimental del Presidente con la actriz Julie Gayet.
Desde hace un tiempo, Francia tiene una primera dama oficiosa y encubierta. Julie Gayet y el jefe de Estado ya no ocultan la relación sentimental que los une.
La revista del corazón “Voici” publicó hace un tiempo fotos de ellos juntos en un patio interior del Palacio del Elíseo, donde la publicación aseguró que Gayet “prácticamente se ha instalado”.
El romance no parece haber ayudado a Hollande a levantar su imagen, afectada por la crisis económica, el aumento del desempleo y una errática gestión de gobierno. Entre amores y desafíos, el Presidente llega esta semana a Buenos Aires.
No es parisino. Hollande nació el 12 de agosto de 1954 en Rouen, Normandía, al norte de Francia.
Creció en el seno de una familia conservadora, descendiente de protestantes holandeses que en el siglo XVI se refugiaron en Francia huyendo de la persecución religiosa. Hijo del doctor Georges Gustave Hollande, médico otorrinolaringólogo simpatizante de la extrema derecha, y de Nicole Frédérique Marguerite Tribert, trabajadora social, pasó la infancia en Bois-Guillaume, en los altos de Ruan.
Cursó estudios en el lycée Pasteur de Neuilly-sur-Seine, para entrar posteriormente en la facultad de Derecho de París, donde se recibió de abogado. Ingresó en la Escuela de Estudios Superiores de Comercio, después cursó Ciencias Políticas y finalmente consiguió acceder a la ENA, la escuela de la élite política francesa. Allí conoció a Jean- Pierre Jouyet, presidente de la Autoridad de los Mercados Financieros, y a Michel Sapin, ex ministro de Economía.
En su promoción coincidió con el ex primer ministro Dominique de Villepin y con una compañera de clase de la que se acabaría enamorando: Ségolène Royal, con quien iniciaría una relación que iba a durar casi treinta años y con la que tendría cuatro hijos (Thomas, Clémence, Julien y Flora).
Nunca se casaron. François y Ségolène se iniciaron juntos en política.
Juntos se incorporaron a principios de los ochenta al gabinete de François Mitterrand en el Elíseo y juntos entraron en la Asamblea Nacional como diputados electos por primera vez en 1988.
Luego protagonizaron una ruidosa separación y terminaron compitiendo, uno contra otro, por la candidatura presidencial del socialismo.
Hollande fue auditor en el Tribunal de Cuentas en 1980 y 1981 y comenzó su carrera política en las elecciones legislativas de junio de 1981. En noviembre de 1994 fue nombrado Secretario del Consejo Nacional de Partido Socialista y un año después Secretario Nacional de Prensa hasta octubre de 1995. En junio de 1997 fue Primer Secretario delegado del Partido Socialista tras la victoria en las elecciones legislativas.
Con el tiempo se convertiría en la mano derecha de Lionel Jospin.
Pasó a su lado 11 años y consiguió varias victorias simbólicas, pero también derrotas, como la de 2002. Fue concejal de la ciudad de Tulle hasta marzo de 2001. Renunció a su mandato como Vicepresidente del Consejo Regional de Limousin en marzo de 2001 tras haber sido elegido alcalde de Tulle en la Corrèze.
En 2007, Jospin se retira de la política y Hollande parece el mejor posicionado para tomar su relevo.
Pero las bases prefieren a Ségolène.
Se separaron la noche que ella perdió las elecciones presidenciales.
Ejerció el cargo hasta marzo de 2008, cuando se convirtió en Presidente del Consejo General de la Corrèze, tras ganar las elecciones cantonales.
A lo largo de treinta años, Hollande ha ocupado todos los cargos estratégicos de la burocracia de su partido, siempre eclipsado por sus mentores, Jacques Delors (padre de Martine Aubry) y Lionel Jospin (candidato socialista en 2002). En 2009, creó la asociación Responder desde la izquierda.
Simpático y aficionado a las bromas, su carácter le aleja del estereotipo del líder carismático, del caudillo.
Compitió en las primeras primarias ciudadanas organizadas por el Partido Socialista y el Partido Radical de Izquierda.
El 16 de octubre 2011 fue designado candidato para las elecciones presidenciales de 2012 en Francia con 56,57% de los votos. Había enfrentado en esos comicios a su ex esposa. El 22 de abril de 2012 François Hollande gana la primera ronda de las elecciones presidenciales por delante del jefe de Estado y líder de la formación conservadora Unión por un Movimiento Popular, Nicolas Sarkozy. El domingo 6 de mayo de 2012 el socialista Hollande vence al conservador Sarkozy en la segunda ronda de las elecciones francesas y la izquierda recupera el Elíseo 17 años después en unos comicios marcados por la mayor crisis económica y social en medio siglo.
Desde que se separó de Royal, Hollande convió con la periodista Valerie Trierwiler, que dejó su trabajo para no incurrir en conflicto de intereses. El 25 de enero de 2013, el presidente francés anunció “el fin de su vida en común” con la que hasta ese momento era su pareja y primera dama de Francia. La pareja tomó la decisión de separarse después de que un semanario revelara la relación sentimental del Presidente con la actriz Julie Gayet.
Desde hace un tiempo, Francia tiene una primera dama oficiosa y encubierta. Julie Gayet y el jefe de Estado ya no ocultan la relación sentimental que los une.
La revista del corazón “Voici” publicó hace un tiempo fotos de ellos juntos en un patio interior del Palacio del Elíseo, donde la publicación aseguró que Gayet “prácticamente se ha instalado”.
El romance no parece haber ayudado a Hollande a levantar su imagen, afectada por la crisis económica, el aumento del desempleo y una errática gestión de gobierno. Entre amores y desafíos, el Presidente llega esta semana a Buenos Aires.