La condena al represor Alfredo Astiz mitigó el dolor de una familia juninense
El “Angel Rubio” lideró el operativo en el cual fue secuestrado, torturado y desaparecido el joven de nuestra ciudad, que en 1977 había comenzado a militar junto a las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo. “Se hizo justicia”, expresó su hermano.
La condena a cadena perpetua de Alfredo Astiz y otros once represores de la ESMA alivió, en parte, el dolor de la familia de Eduardo Gabriel Horane (Lelé), el joven juninense secuestrado, torturado y desaparecido en diciembre de 1977, cuando comenzaba a militar junto a las Madres de Plaza de Mayo.
A los 33 años, Horane fue secuestrado en un operativo realizado en la puerta de la Iglesia Santa Cruz (en el barrio porteño de San Cristóbal), en la que se había reunido con algunos compañeros para recaudar fondos para la publicación de una solicitada con la lista parcial de detenidos-desaparecidos.
El operativo liderado por el “Angel Rubio” incluyó el secuestro del periodista Rodolfo Walsh; de tres de las fundadoras de Madres; las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon; y otros cinco jóvenes.
Eduardo nació en Junín el 24 de abril de 1944 y, tras cursar sus estudios en el Colegio Nacional, partió rumbo a la Capital Federal para estudiar Ingeniería en la Universidad de Buenos Aires.
Antes de ser brutalmente torturado y desaparecido tuvo dos hijos, Yamila y Emilio, que hoy viven en Entre Ríos y Neuquén, respectivamente.
En diálogo con DEMOCRACIA, el hermano de “Lelé”, Eduardo Miguel Horane, expresó sus sensaciones tras el juicio y afirmó: “Después de tanto tiempo, sigo sintiendo pena, porque esto nunca tendría que haber sucedido. Lo lamentable es que la gran mayoría de estas personas sigue pensando que hicieron las cosas bien. Yo creo que esa gente está enferma”.
“Ellos tenían la ley de de su lado, no tenían por qué violar, robar, matar y vender chicos. Es gente perdida. Se hizo justicia, pero parcialmente. Van a pagar con cárcel lo que hicieron, pero nunca lo tendrían que haber hecho”, agregó.
El hermano del joven desaparecido lo describió como “un simpatizante de todo lo que fuera popular” y aseguró que tanto “Lelé” como sus compañeros fueron “castigados por haberse adelantado en el tiempo”.
Satisfecho por el enjuiciamiento de los militares, agregó: “Lo que ha pasado en Argentina es excepcional. Es una decisión política de Néstor Kirchner que empezó con la declaración de nulidad de la Ley de Punto Final y Obediencia Debida y que ahora se profundizó”.
Condenados
Además de Astiz, fueron condenados a prisión perpetua los represores Jorge “el Tigre” Acosta, Antonio Pernías, Oscar Montes, Raúl Enrique Scheller, Ricardo Cavallo, Alberto Eduardo González, Néstor Savio, Adolfo Donda, Julio Coronel, Ernesto Weber y Jorge Radice.
Todos ellos fueron considerados responsables por delitos de lesa humanidad, incluidos los secuestros y desapariciones de Azucena Villaflor, y sus compañeras María Bianco y Esther de Careaga; del periodista y escritor Rodolfo Walsh, y de las monjas francesas.
En tanto, el tribunal condenó a 25 años a Manuel García Tallada y a Juan Carlos Fotea, mientras que Carlos Capdevilla recibió 20 años y Juan Antonio Azic, 18. Juan Carlos Rolón y Pablo García Velasco fueron absueltos, pero no recuperarán su libertad debido a que tienen pendiente un juicio.
Junto a Horane, fueron secuestrados Angela Aguad, Horacio Elebert, Julio Fondevilla, María Eugenia Ponce de Bianco, Patricia Cristina Oviedo, Raquel Bullit, Remo Berardo.