"Viudas e hijos" debutó con un alto rating y promesas de diversión

Las costumbres y la música de los años 90 marcaron el color y el clima en el comienzo de Viudas e hijos del rock and roll, que comenzó con una muy buena medición (21,3 según Ibope) en la pantalla de Telefe.
Luego de la probada fórmula de la melancolía ochentosa, que le valió a Graduados una permanencia con lauros en la TV, esta vez la productora de Sebastián Ortega optó por una senda no demasiado alejada de aquella que recorrió en 2012, pero con suficiente astucia para incorporar -por momentos- condimentos nuevos y distintivos.
Con un verdadero seleccionado de actores, encabezado por Damián de Santo y Paola Barrientos, que se completa con un desopilante Fernán Mirás, Juan Minujín, Mex Urtizberea, María Leal, Luis Machín, Verónica Llinás, Celeste Cid, Julieta Ortega y Griselda Siciliani, entre otros, Viudas... acertó en proponer una historia con dosis exactas de humor absurdo y emoción.
Escrita por Ernesto Korosky, Silvina Fredjkes y Alejandro Quesada, el mismo equipo autoral de Graduados, este primer envío demostró que un buen guión es capaz de lucir una historia coral con un ritmo absolutamente vertiginoso sin saturar ni aburrir. "Es un homenaje al rock. La idea es reflejar la música y los códigos de una generación", dijo Pablo Cullel, el productor del envío que permitió a los espectadores escuchar temas de Spinetta, Fito y Soda Stéreo en el "prime time".