Mandamientos del piercing

1. Acude a un lugar del cual tengas referencias. Siempre es recomendable que te perfores en una tienda de arte corporal en la cual alguien que conozcas haya tenido una buena experiencia. Evita ingresar al primer lugar que se te cruce en el camino, ni tampoco tomes la decisión de hacerte un piercing en determinada tienda sólo porque allí tienen precios baratos, ¡olvídalo!
Si no consigues referencias de alguien cercano, hay sitios en Internet, en los que fácilmente podrás dar con alguien que viva por donde tú que pueda brindarte información acerca de dónde perforarte.

2. Corrobora que en la tienda haya la máxima limpieza. Probablemente, ni te imaginas la cantidad de graves complicaciones que puede sufrir tu cuerpo en caso de contraer algún tipo de infección por falta de limpieza en el lugar. Es esencial que cuenten con cámara de esterilización para los instrumentos reutilizables y para las joyas.

3. Pregunta acerca del material que te ofrecen para el piercing que deseas colocarte. Los que siempre se recomiendan son: oro de 14 quilates, acero inoxidable, plata o titanio.
Además, es bueno que te informes acerca de cuál es el modelo que te conviene usar durante los primeros meses de la etapa de curación.
Por ejemplo, en el caso de la argolla para la nariz, siempre se recomienda colocar de entrada la que posee cierre con bolilla, y no los llamados "sin fín", los cuales pueden salirse más fácilmente.
4. No pierdas de vista el instrumental con el que llevarán a cabo la perforación. Sin excepción, las agujas, pinzas y demás deben ser desechables, es decir, de uso único. ¡Atentos! La pistola para perforar sólo puede usarse para el lóbulo de la oreja.

5. ¿Tienes las vacunas al día? Si no habías pensado en esto, entérate de que es muy importante a la hora de hacerse un piercing. Principalmente, debes tener aplicada y activa tu vacuna antitetánica. Ésta pierde eficacia con el tiempo y, por ende, se reduce paulatinamente su protección.

6. Sé responsable. Puede ser que las ganas de hacerte un piercing sean incontrolables, y eso es de lo más entendible. Pero primero siempre debe estar tu salud. Para perforarte lo mejor es que estés en condiciones 100% saludables, de manera que el piercing en cuestión no implique una complicación en tu organismo. Los elementos extraños que se incorporan al cuerpo, como lo son los aretes, aumenta el riesgo de que las defensas bajen, y eso no es un dato que haya que ignorar.

7. Una vez hecha la perforación, sigue al pie de la letra los pasos para curar el piercing. Estos suelen ser simples, pero algo tediosos (tres veces al día, baños de agua y jabón blanco, con una posterior aplicación de antiséptico, durante las primeras semanas por lo menos). No dejes que te gane la haraganería, vale la pena el esfuerzo.
Ten siempre presentes estos mandamientos de los piercings y te aseguro que podrás disfrutar al máximo y sin mayores complicaciones de tu perforación.

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