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JUNIN SIGUE CONMOCIONADO POR EL HECHO OCURRIDO EL VIERNES A LA TARDE EN EL BARRIO «VILLA TALLERES»

Sepultaron al quinceañero muerto por un comerciante en un intento de asalto

Francisco «Pirucho» Bogey, el propietario asaltado que hirió de muerte al joven, continúa internado y aguarda la citación judicial.

Junín continúa convulsionado por el grave hecho registrado el viernes a media tarde, cuando un joven de 15 años murió por las heridas producidas por el comerciante Francisco "Pirucho" Bogey, quien intentó evitar el robo de su kiosco ubicado en el barrio de "Villa Talleres".
Mientras que el joven fue sepultado ayer en el cementerio del Oeste, el comerciante Bogey sigue internado en el Sanatorio Junín y aguarda ser citado a declarar por la Justicia.

El hecho

Todo ocurrió cerca de las cinco de la tarde del viernes, cuando dos jóvenes se dirigieron al kiosco ubicado en Juan B. Justo y Necochea que, como todos los días, era atendido por su propietario, el vecino Francisco "Pirucho" Bogey, de 78 años de edad.
Los adolescentes ingresaron al negocio con intenciones de robo y, con un arma blanca, le provocaron cortes al septuagenario en sus manos y brazos.
Las circunstancias en las cuales el joven sufrió las heridas que le provocaron la muerte son producto de investigación judicial, pero las mismas se habrían producido cuando el comerciante intentó defenderse de sus agresores valiéndose de un cuchillo tipo Tramontina.
El joven pudo salir del local, aunque finalmente cayó en Jean Jaures y Necochea, donde también fue encontrado un ciclomotor en el cual se movilizaría junto con el otro adolescente implicado en el hecho.

Siguen buscando al cómplice

La Dirección Departamental de Investigaciones Junín continúa trabajando intensamente para tratar de identificar al joven que acompañaba al adolescente muerto.
Por otra parte, fueron descartadas las versiones indicaban que habrían actuado más de dos jóvenes en el intento de asalto. Fuentes policiales consultadas por DEMOCRACIA indicaron que, de las actuaciones instruidas, surge claramente que actuaron sólo dos individuos en el hecho.

Sepultado en el cementerio del Oeste

El joven herido fue asistido por personal del servicio de emergencias médicas "Intermed", que lo llevó de urgencia al Hospital Interzonal de Agudos "Dr. Abraham Félix Piñeyro". Sin embargo, a pesar del esfuerzo médico, murió poco después por las heridas recibidas.
Ocurrido el deceso del quinceañero, el mismo fue identificado como Rafael Vita. El joven residía junto a su madre y hermanas en el barrio FO.NA.VI. 117, a menos de cinco cuadras del comercio que intentó asaltar.
Una vez realizadas las distintas pericias que se hacen en hechos de este tenor, el cuerpo sin vida del adolescente fue entregado a sus familiares.
Vita fue velado en la empresa "San Felipe" y sepultado ayer por la tarde en el cementerio del Oeste, previo responso en la Parroquia "Sagrado Corazón de Jesús" del barrio de Villa Belgrano.

Esperan la recuperación de Bogey para indagarlo

"Pirucho" Bogey sigue internado en el Sanatorio Junín, siendo su estado "estable y reservado". Según fue informado, el comerciante tendría colocado un marcapasos que se habría descolocado al momento, producto del forcejeo con los asaltantes. Asimismo, Bogey habría sido atendido por los cortes en sus manos y brazos y medicado por la crisis nerviosa producida por el desgraciado caso.
Recuperado Bogey, será interrogado por el fiscal interviniente, Dr. Carlos Colimedaglia. Es de destacar que al momento del hecho se hizo presente en el lugar el Dr. Roberto Rodríguez, quien se encontraba subrogando a Colimedaglia en tanto éste se encontraba en una reunión de fiscales en la ciudad de La Plata.
El Juzgado de Garantías que interviene en el episodio es el Nº 2, cuya titular es la Dra. Marisa Muñoz Saggese, quien espera que la causa llegue a sus manos para resolver la situación procesal de "Pirucho" Bogey.
La clave será determinar si el comerciante actuó "en legítima defensa". Según el artículo 34 del Código Penal, no es punible el que obrare en legítima defensa propia o de sus derechos, siempre que concurrieren las siguientes circunstancias: la agresión sea ilegítima, exista racionalidad del medio empleado y no exista provocación suficiente por parte del que se defiende. Es de destacar que al requerir racionalidad del medio empleado, la ley obliga que la conducta defensiva no sea desproporcionada.

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