Cerrito Colorado Sur: “Hace un tiempo que no hay respuestas”

Hace tiempo, los residentes de la zona de Cerrito Colorado decidieron conformar dos sociedades de fomento a partir de la extensión del lugar, pero lo cierto es que muchos problemas afectan tanto a uno como otro sector.
Así lo señala el presidente de la entidad barrial de Cerrito Colorado Sur, Santiago Ehrman, y ejemplifica con el caso de dos obras inconclusas que afectan a ambas fracciones.
“Por un lado –explica Ehrman– en el Club Banco Provincia se hicieron unas canaletas para sacar el agua de las piletas, parece que la obra quedó a medio terminar y, lamentablemente, se redujo en un porcentaje bastante importante la calle Los Naranjos”, que es la que divide los dos sectores de Cerrito Colorado.
“Estamos pidiendo al municipio que solucione este tema para que las calles queden como corresponde, libre de todo obstáculo”, agrega Ehrman.
Además, el dirigente fomentista añade que “cuando limpiaron el canal que baja de la Ruta N° 65 por la calle Las Gallaretas, dejaron la tierra sobre la calle, a un costado, y cuando llueve el agua no tiene salida y se hacen lagunas muy grandes, de 40 o 50 metros”.
Y puntualiza: “Esto lo hemos pedido y vuelto a reclamar, entendemos que con estas lluvias deben haber estado muy ocupados, pero esto es muy importante para el Cerrito Colorado Sur y el Norte también”.
Asimismo, Ehrman advierte por la lentitud en las acciones de las autoridades comunales: “Estuve con el secretario de Obras Públicas, Javier Siñeriz, que nos atiende muy bien, nos escucha, pero faltaría que vengan a terminar con esas obras. De un tiempo a esta parte no hay soluciones contundentes, noto que hace unos meses las respuestas eran muy rápidas, pero ahora no logramos que vengan a resolver estos temas”.

Servicios
Al tratarse de una zona periférica, muchos servicios básicos están ausentes en este lugar, como el agua corriente y las cloacas.
Distinto es el caso del gas natural, que cubre a más del 80% de los residentes.
En tanto, el alumbrado público también llegó a este barrio a través de la gestión de sus residentes, y en este punto también remarcan dificultades: “Tenemos varias luminarias quemadas y no logramos que vengan a cambiarlas. Normalmente ese trabajo lo hace el municipio y cuando uno reclamaba, venían rápido. Ahora hay pedidos desde hace cinco o seis meses, y no logramos que vengan, aun cuando hay nueve o diez reclamos. Estas luces las pagamos todos los vecinos y la colocación corrió por cuenta de la municipalidad, pero tenerlas quemadas no nos sirve”.

Tránsito y seguridad
Para Ehrman, los inconvenientes con el tránsito se convirtieron en “un tema recurrente”, y profundiza: “Acá viene mucha gente a pasear, a andar en motos que circulan como si estuviesen en una pista, aunque por suerte eso se da en algunos fines de semana y no todos los días. En cuanto a los autos, algunos andan a velocidades excesivas, acá hay muchos chicos y hay dos clubes, y estamos reclamando desde hace muchos años a la municipalidad que pongan reductores de velocidad, badenes, o cartelería. Solamente pusieron carteles que dicen ‘Prevención, niños jugando’, pero nada más. Hay que decir que también hay gente del barrio que circula rápido”.
Finalmente, respecto de la seguridad, aseveran que “se ve mucho a la policía” en recorridas por el lugar. Además, los residentes cuentan con un sistema de comunicación en red entre los vecinos. “Estamos muy atentos entre todos”, asegura Ehrman.
Con todo, remarca que “cuando se llama a la policía, tardan en venir no más de seis o siete minutos, así que eso está bastante bien, con mucha prevención”. Y si bien sufrieron “una racha con hechos de raterismo, más que nada”, en la actualidad este punto “está mucho más tranquilo por la mayor presencia de la policía”.