“Picadas”: velocidad, ruidos, falta de respeto y peligro

Con 23 muertos en accidentes de tránsito en 2013 en las calles de nuestra ciudad, el drama de las picadas parece ir en aumento, ocasionando no sólo un riesgo palpable para la vida de los vecinos, sino también todo tipo de molestias e inconvenientes, que van desde los ruidos excesivos por el uso de escapes libres y el rugido de los motores, a hechos mucho más graves, como ataques a pedradas a automovilistas y destrozos en la vía pública. 

Juan García, un vecino afectado por el problema, afirmó que nadie les da una solución y alertó que los fines de semana el número de motociclistas puede ascender a más de 150. En esta línea, expresó que tienen miedo y que están hartos por la suciedad que dejan, desde pañales, hasta bebidas y comidas. “Este fin de semana pusieron peloteros y otros juegos, pero desde la una de la mañana hasta las seis, esto era Vietnam, un desastre”, graficó en declaraciones radiales.

Las “hordas” motorizadas hacen cada madrugada distintos circuitos, pero suelen reunirse dando vueltas por la avenida San Martín, Belgrano, Circunvalación, Ramón Hernández o Padre Respuela, una verdadera “pista” de picadas.

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