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ENTREVISTA CON DEMOCRACIA

Cobos: “Necesitamos cambios profundos en la distribución de la coparticipación”

El vicepresidente admitió que no es consultado para nada por la presidenta, criticó al Gobierno por la falta de diálogo y se defendió de las críticas. “No tengo derecho a renunciar porque me eligió la ciudadanía”, dijo.

Sonrisa fácil, pero tímida. Camisa blanca con corbata, pero sin saco. Maneras sencillas. Así recibió Julio Cobos, el vicepresidente de la República, a diversos medios del noroeste bonaerense entre los que se encontraba DEMOCRACIA.
“No, no puede atribuirse a razones políticas”, dijo Cobos ante el probable intento de robo que padeció cuando se dirigía a General Alvear en su provincia de Mendoza, para asistir a un almuerzo de la Cámara de Comercio de aquella localidad. Fue cuando varios jóvenes surgieron de detrás de un automotor e intentaron detener el vehículo vicepresidencial. Mediante una acelerada, el chofer evitó el incidente.
La entrevista, que se llevó a cabo en el salón Gris de la presidencia del Senado, ocurrió momentos antes que la presidente de la República anunciara las medidas para el agro. “Obviamente, no conozco cuáles serán los anuncios. Ojalá sean satisfactorios para los productores. En todo caso, la forma en que se hacen no lo es. No hay consultas. No hay diálogo. No se busca el consenso. Y eso no es bueno”.
Las respuestas son parcas pero no eluden el sentido de las preguntas. “A mí no me consultan nada. Pero no voy a renunciar. No tengo derecho a serlo. No soy un ministro al que nombró el Poder Ejecutivo. A mí me eligió la ciudadanía”. Con gesto preocupado, asegura que una eventual renuncia suya al cargo dañaría la imagen institucional.
Admite recibir presiones, aunque aclara que son las que todos conocen: los dichos públicos de el ex presidente y de algunos de sus allegados. “No, no soy una máquina de impedir. Sólo trabajan conmigo cuatro diputados y dos senadores”.
Cobos se entusiasma cuando habla de federalismo. “Es por lo general mejor cuando el gobierno delega facultades en los municipios y en las provincias. Pero esa delegación debe ir acompañada por cambios profundos en la distribución de la coparticipación federal. Los fondos deben llegar por vía institucional. No por simpatía. Se emplean con mayor eficacia cuando la ejecución de la obras queda a cargo de los municipios. Hasta los costos bajan”.
La crisis financiera internacional y su secuela agravada sobre la Argentina sólo puede ser superada, según el titular del Senado, si “el gobierno logra generar confianza. Es la única forma para que los Argentinos vuelva a invertir”.

¿Candidato?

Sobre su proyecto político de futuro, Cobos prefiere hablar del presente. “No es momento de especulación política. Mi rol es el de fortalecer las instituciones. El Congreso Nacional, en primer lugar. Debemos asegurar una creciente participación ciudadana. Consolidar aquello que establece la Constitución: un sistema republicano, representativo y federal”.
En materia de seguridad, dice que la actual visión comienza por atacar el final –la imputabilidad de los menores– pero olvida ocuparse de las causas. “La deserción escolar no puede continuar. Si es necesario, habrá que hacer efectivo el enunciado de la obligatoriedad. No ya desde el punto de vista del Estado como algo que debe suministrar libros, maestros y edificios. Sino a través de hacer cumplir estrictamente la asistencia, aún si los padres no toman cartas en el asunto”.
Ex rector de la Universidad de Cuyo, el vicepresidente sostiene que la mayor inclusión de niños y jóvenes en el sistema educativo conspira contra el nivel de exigencia. Por el contrario, en las área con carencias, entre los sectores con menores ingresos, es donde más se debe implantar la doble escolaridad.
Se entusiasma con el tema: “Por ejemplo, en Mendoza, cuando fui gobernador, usábamos instalaciones del Ejército para dar cursos de oficios por la tarde, complementarios de la educación formal que los jóvenes recibían por la mañana. Allí, hay talleres de todo tipo e instalaciones necesarias para el aprendizaje”.
“También hace falta debatir seriamente sobre el volunta-riado. Hay que fomentar la solidaridad social. Los estudiantes de las universidades nacionales deberían devolver la gratuidad que el Estado les acuerda para sus estudios mediante seis meses de trabajo como tutores de estos jóvenes. Socializarían sus conocimientos, adquiridos gracias al esfuerzo de toda la comunidad, a través de la participación en esos talleres. Son cosas sencillas, pero importantes”.
Y así como habla de educación, también define algunos temas económicos. “Hacer anuncios que luego no se cumplen nunca es bueno. La Argentina debe renegociar con el Club de París y con los tenedores de bonos de la deuda externa que no fueron canjeados. No se puede dejar obligaciones impagas. Conspiran contra la confianza”.

Demandas y obras


“Sería prudente que empresarios y trabajadores comprendan la gravedad del momento y no demanden en demasía. La obra pública es imprescindible pero hay que olvidarse de mega proyectos como trenes de alta velocidad y construir viviendas que solucionan un problema real y que multiplican trabajo en numerosos gremios”.
“La producción agrope-cuaria demanda previsibili-dad. No es posible subir y bajar encajes que hacen crecer un stock de carne sin sentido o con granos sin exportar. No podemos quedarnos sin producción láctea”.
“Los índices deben ser creíbles. El funcionario a su cargo debería ser nombrado con aval del Senado”.
Con su tono pausado, con palabras meditadas, Cobos no rehuye las definiciones. “Hay que preguntarse por qué Alemania y Estados Unidos, con salarios que triplican los argentinos, pueden exportar. La respuesta es porque reducen costos operativos. Por ejemplo, reconstruir el ferrocarril es esencial para ello. No se trata sólo del costo social que implican los pueblos fantasmas. Se trata de bajar precios para lograr compe-titividad. Hay que reconstruir, por ejemplo, el Belgrano Cargas”.
Su nueva fundación “Consenso para el Desarrollo Argentino” revela algo de su intención futura. “Es un lugar para estudiar, analizar y debatir propuestas. Donde todo el mundo puede acercarse. Desde donde podrá elaborarse un proyecto integral para el país. La pusimos en marcha el viernes pasado. Su presidente es la ex ministro de Economía de Mendoza, Laura Montero y el vice es el intendente de Junín, Mario Meoni”.
“Se trata de pensar formas políticas, económicas y sociales que nos acerquen a esta búsqueda de un país desarrollado”. Hay que volver a hablar de sistema político y de sistema federal”.
“Nos interesa además formar dirigentes. El buen líder es el que forma nuevos líderes. Es una forma de militar”, termina.

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