“Echarren traidor” y “Echarren, con la JP no se jode”, dicen las pintadas que ayer aparecieron en los paredones de las principales calles del municipio de Castelli, generando una conmoción política en una ciudad habitualmente tranquila y dejando así al descubierto una dura pelea en la interna del kirchnerismo. Ocurre que el destinatario de las pintadas (Francisco) Echarren, es el intendente del distrito y reconocido dirigente de ese sector del oficialismo, mientras que las leyendas “de advertencia” fueron firmadas por la “JPBA), es decir la Juventud Peronista de Buenos Aires, una rama cercana a La Cámpora y que reconoce como jefe provincial al vicepresidente de la Cámara de Diputados bonaerense y dirigente de esa agrupación, José Ottavis.
Fuentes de la comuna indicaron que intervino la Justicia por las pintadas -a las que definieron como “amenazas” al intendente- y “cuatro personas oriundas de La Plata que circulaban en un Peugeot 206 fueron demoradas, aunque luego el fiscal ordenó su liberación”.
Desde la red social Facebook, el intendente dijo que “lo que más lamento es la falta de respeto a nuestra ciudad y el daño que le hacen algunos pibes a la Argentina; no se bancan que los intendentes jóvenes estén creciendo de la manera que lo hacen; lo triste es que se la agarran con dirigentes que son del palo”.
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