Rodrigo Burela, “palabra autorizada” sobre el arco del Verde.
Rodrigo Burela, “palabra autorizada” sobre el arco del Verde.
EXJUGADOR Y ENTRENADOR

Rodrigo Luis Tomás Burela: “Fui feliz en los tres ascensos con Sarmiento”

Personalidad del fútbol, tuvo su propia carnicería y hoy acompaña a sus hijos en sus estudios. Es de los pocos juninenses que logró jugar y, luego, entrenar a los arqueros del Verde siendo parte de notables logros. En diálogo con Democracia, repasó su vida, recordó cuando fue comerciante y brindó su mirada acerca de la evolución del Verde.

Históricamente Junín ha sido y es cuna de notables deportistas. En el caso del fútbol, ha promovido varios jugadores en distintos puestos, ya sean defensores, mediocampistas o delanteros. En el que hace al puesto más particular, que es el del arco, el listado, quizás, es más corto. Y es ahí donde cobra aún más valor su biografía.

Rodrigo Luis Tomás Burela es un referente del fútbol juninense, ya que fue un destacado arquero a nivel regional y nacional, y actualmente sigue ligado al mundo de la pelota a través de su actual trabajo.

Un valor diferencial es que es uno de los pocos juninenses que jugó en uno de los equipos más grandes nivel nacional: River Plate. Además, jugó en Jorge Newbery (donde se inició), Argentinos Juniors, Lanús, Nueva Chicago, Rivadavia de Lincoln, El Linqueño, Talleres de Córdoba, Atlético Rafaela (Santa Fe), Gimnasia de La Plata, entre otros.

Basado en su experiencia en el arco, junto a los conocimientos adquiridos a través de libros y capacitaciones tras su retiro para ser Entrenador de Arqueros (EA), lo convierten en una palabra autorizada en el mundo de los guantes y la pelota.

En un diálogo con Democracia, repasó su vida, brindó su mirada acerca del escenario social, resaltó el lugar ocupado por su familia y resaltó la importancia de tener otro plan de autorrealización. 

Infancia

Nacido, crecido y desarrollado en nuestra ciudad, Burela es un fiel reflejo del juninense que vivió en otras localidades y, tras todo ello, elige Junín. 

Sobre sus primeros años, recordó que “a los cinco años me fui a Villa Belgrano, en frente a la Escuela N°16. Era levantarnos y salir a la calle, sin desayunar, a jugar a la pelota o andar en bici. Cuando ganaba Villa íbamos a jugar a la pelota”. 

“Teníamos un campo chiquito en frente a la panadería los Dos Molinos, y si no íbamos a la plazoleta del ferrocarril a jugar”, continuó.

Sus estudios escolares los continuó en el colegio Comercial, mientras, paralelamente, jugaba por diversión al básquet en el Club San Martín y al fútbol en Jorge Newbery. De hecho, podría decirse, fue allí donde se gestó su gusto por el arco.

Tras ello, en el año 88, el proyecto de futbolista cobró aún más fuerza con la partida de Burela a Francia para tener una experiencia internacional y, luego, iniciar con toda su carrera en nuestro país.

Sarmiento

Si bien supo vestir la casaca de varios equipos como Argentinos Juniors, Lanús, River Plate, Jorge Newbery, El Linqueño, entre otros, sin lugar a dudas la relación entre Burela y Sarmiento es distintiva. Así mismo lo reconoce él al decir que es “mi segundo hogar. Llegué en 2005 con 35 años y, salvo alguna interrupción, hace 19 años estoy en el club haciendo lo que me gusta y rodeado de un grupo fenomenal de Junín”. 

Desde el año 2010 ha sabido integrar los distintos cuerpos técnicos al frente del Verde, teniendo bajo su mando a grandes arqueros como Lucas Ischuk, César Rigamonti, Julio Chiarini, Emanuel Trípodi, Facundo Daffonchio y Manuel Vicentini, entre otros.

Respecto al desarrollo que tuvo el Verde, manifestó: “Ha tenido un crecimiento vertiginoso. Hablando con la gente del club, uno siempre quiere más y busca lo mejor. Cuando uno mira para atrás o le contás a la gente que viene lo que era el club, no lo puede creer. Yo arranqué con la etapa de Chiófalo y viví todos los cambios. No sé si otro club creció en la proporción que lo hizo Sarmiento”.

Parte indisociable de los cambios indicados comprende los ascensos que tuvo el club, lo que impulsa aún más que se siga creciendo. En relación a eso, Burela comentó: “Uno de los momentos más emotivos de mi carrera, fueron los 3 ascensos con el club. Volver a Junín como campeón y ver toda la gente esperándote es lo más”.

Por otra parte, para quienes no vieron a Burela atajar, al ser consultado acerca de cuál fue su estilo de arquero, dijo que “no es fácil decirlo porque tenía una manera de jugar que no se ve tanto, por toda mi crianza de jugar en los campitos, adelantado y el juego con los pies”. 

“Bajo los palos no era rápido, pero me defendía. Mi cualidad era jugar adelantado y resolver bien como, prácticamente, un libero. En el club no ha habido de ese estilo. Si te lo llevo a Primera, el que se me cruza es Hoyos, el arquero de Newells. Juega y arriesga mucho, yo, quizás, hasta un poco más”, expuso. 

Familia

Fútbol y familia, un mismo camino entrecruzado para quienes deciden desarrollarse en esta profesión. Sobre sus comienzos, expresó: “Arranqué en Newbery, en Octava, y jugaba de dos. Al terminar el partido atajaba en la Sexta contra chicos de 18 años”.

“El motor para impulsarme y motivarme para ser jugador fue mi viejo: acompañarme y estar cerca en ese aspecto. También mi vieja, pero desde otro lugar: dejándome ir a Francia cuando no teníamos teléfono ni redes, sin saber bien qué sería de mí”, resaltó la importancia de sus padres. 

Y continuó: “Después, mi señora y mis hijos con todo el acompañamiento de la carrera profesional al día de hoy como entrenador”.

En tal sentido, al buscar en los recuerdos, Burela cita cada momento especial con el club en donde estuvo en ese año.

“Me casé cuando fui a Córdoba y jugaba para Talleres. Ahí queda embaraza Fernanda de mi primer hijo Facundo. Nació en el Sanatorio Mitre de Buenos Aires”, comentó sobre su hijo mayor que, tras estudiar en La Plata, se recibió y es diseñador gráfico. 

Sobre su segundo hijo, contó: “Delfina nació en el 2003, cuando estaba en Argentinos Juniors. Estudia psicología en La Plata”. 

Plan B

Como le pasa a todos los futbolistas, en un momento determinado, tienen que colgar los botines. Nadie se salva a la regla y, muchas veces, empiezan los problemas acerca de qué hacer con sus vidas. Burela es un buen ejemplo para graficar la importancia de tener un plan “B” en la vida de cualquier deportista. 

Acerca de esa instancia, Burela opinó: “Cuando pasabas los 30, ya ves que queda poco en el centímetro de la vida profesional y vas teniendo una idea de lo que te gustaría.

Después es prueba y error: pensás que es ser técnico y no, o estás alejado del fútbol y sufrís muchísimo. Es de acuerdo a las vivencias de cada uno”.

“Yo tenía un poco de miedo y respeto al día después. Seguí metido en la cancha de fútbol como EA, que me preparé y fui feliz pero no sé qué hubiera sido si no tenía esa posibilidad”, siguió.

Tal cual lo es desde hace más de una década, su trabajo es ser entrenador de arqueros en Sarmiento. Al respecto, comentó: “Estoy con los chicos de Reserva y los de inferiores entrenándolos junto a Mauro Bianco y Sergio Milone que me dan una mano”. 

Sobre su rol, y los objetivos que se persiguen en él, detalló que “el perfil que buscamos es que sea completo: un poco de cada una de las cualidades que necesita el arquero: juego de pies, juego aéreo, reacción, potencia para resolver jugadas complicadas, con buena toma de decisiones y personalidad”. 

En tal sentido, también hizo referencia a lo que es su materia de trabajo hoy: los arqueros. Sobre el puesto, señaló que “hay una evolución total: antes había una lectura de la pelota previsible y hoy son pases fuertes con rosca y no sabés dónde terminan. Salvo en algunas jugadas frontales, te hacen tomar una actitud conservadora y tenés poco tiempo para resolver”.

“Se ha profesionalizado muchísimo el fútbol. En los últimos años, que nos transformamos en exportadores, se hizo muy físico y táctico, poco vistoso para verlo y difícil para jugarlo.

A todos los jugadores que vuelven les cuesta”, contextualizó. 

La relación entre el fútbol actual y los medios de difusión condicionan, al punto de ser determinantes, a quienes son los protagonistas de este deporte. “Está mucho más expuesto y ante una racha negativa te juega en contra. El hincha consume toda esa información y lo predispone de una manera distinta, hace que la tolerancia sea menor. Hay mucha más presión para los arqueros por la exposición de los medios y redes sociales”, evaluó Burela.

Sin embargo, otro plan “B” en su vida fue el comercio. Más allá de toda la vida ligada a la pelota, también apostó a un negocio en el rubro de la carne en un local que se llamó: “El Cirujano”.

De allí, la importancia de tener distintos planes para poder dar con un futuro más estable. En este caso, sería un plan “C” para lo expuesto sobre el exarquero del Verde que siguió apostando al desarrollo personal.

“La carnicería fue una inversión económica para tener otros ingresos. Estuvo bien en su momento pero con algunas crisis no dio su fruto y se vendió”, indicó y analizó: “Cuando te lleva mucho tiempo y no te da lo que pensás, es momento de cambiar de rumbo y la vendí. Estuve cinco años”. 

Es por ello que, además de ser el lugar donde supo ser más feliz, es la cancha el cable a tierra y su fuente de empleo más preciada, ya que, allí trascurrió toda su vida.

Biografía

Datos personales

Nombre: Rodrigo Luis Tomás Burela

Edad: 52 años

Profesión: Exfutbolista, entrenador de arqueros.

Clubes: Jorge Newbery y Sarmiento (Junín), Argentinos Juniors, Lanús, Nueva Chicago, Rivadavia de Lincoln, El Linqueño, Talleres de Córdoba, Atlético Rafaela (Santa Fe), Gimnasia Esgrima La Plata.

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