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SOLO APARECEN OBRAS MENORES

Falta la autopista y sobran los accidentes

El ensanchamento no soluciona el grave problema de seguridad vial.

La sucesión interminable de accidentes fatales que se registran en todo el trazado que va desde la ciudad de Buenos Aires hasta Las Cuevas, en el límite mendocino con territorio chileno, transforman a la Ruta Nacional 7 en la segunda más peligrosa de todo el país.
En su recorrido de 1.254 kilómetros, esta vía de comunicación terrestre atraviesa nada menos que cinco provincias argentinas, en la región productiva más rica y con mayor población del país.
En el trayecto pasa por Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis y Mendoza y sólo tiene dos carriles de circulación para cada lado entre Capital Federal y Luján; luego entre Justo Daract y Desaguadero, dentro de la geografía puntana; y finalmente desde La Dormida a la ciudad capital en Mendoza.
El resto, es una verdadera trampa mortal, generada por el tránsito de automóviles particulares, que se incrementó notablemente en los últimos años con el crecimiento del parque automotor, y por la circulación de camiones de carga, que se intensificó a partir de la virtual desaparición del ferrocarril.
Las consecuencias de este escenario se reflejan en las estadísticas, que muestran con crudeza cómo se repiten las tragedias, con su secuela de personas muertas y lesionadas, además de los cuantiosos daños materiales.
Frente a semejante panorama, el pedido de la construcción de una autovía se convirtió en clamor por parte de quienes cotidianamente circulan por esta ruta y también en una necesidad social para otorgar seguridad vial a la población.
Un relevamiento efectuado por este diario permite observar cómo evolucionó el estado de la Ruta Nacional 7, los trabajos que se hicieron, los proyectados, las obras pendientes e indispensables, y también se vuelca la postura que surge tras un análisis periodístico y la opinión de los juninenses.

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