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EN LA REGION GANADERA MAS RICA DEL PAIS

El comedor «Lucerito» pide donaciones de carne

Luego de iniciar una campaña por los medios, ha logrado que vecinos y comerciantes de la ciudad donen este alimento sustancial para la dieta de los niños. El comedor recibe donaciones de otros alimentos como fideos, arroz, polenta, harina, e incluso de Acción Social de la Municipalidad se les da también arvejas, leche, dulce, paté, pero lo que no es suficiente es la carne y necesitan una colaboración del municipio.

Responsables del comedor «Lucerito» ubicado en Posta de Yatasto 85, sector de quintas en inmediaciones de la Lestar Química, manifestaron que tienen serios inconvenientes para dar una comida nutritiva a las decenas de chicos que asisten al lugar.
El principal reclamo que hacen es de carne, para poder incluir este alimento rico en hierro y proteínas al menú del comedor durante los fines de semana y feriados.
Ante una realidad en que las propias autoridades sanitarias estiman que más de un 40 por ciento de menores de cinco años, que residen en el partido de Junín, son anémicos, el consumo de carne se hace imperante, más aún teniendo en cuenta que estamos en un país ganadero, y en una de las regiones más ricas del país.
El comedor recibe donaciones de otros alimentos como fideos, arroz, polenta, harina, e incluso de Acción Social de la Municipalidad se les da también arvejas, leche, dulce, paté, pero lo que no es suficiente es la carne y necesitan una colaboración del municipio.
Incluso también a veces recibe donaciones de entidades de bien público como Club de Leones (cajones de pollo) y del Rotary Club (63 pares de zapatillas), y empresas como la Lestar Química y otras.
Insisten en que los chicos, y también los grandes, necesitan que en el menú, la carne esté incluída. Ellos no piden cortes de primera calidad, sino que solo hacen referencia a la carne picada, pero desde este medio se sabe los riesgos que tiene la carne picada, en cuanto a que debe estar muy bien cocinada para no contener bacterias que pongan en riesgo la salud, más aún si es para tantos comensales y en condiciones de salud que quizás no sean las mejores. Más vale prevenir que curar.
De acuerdo a lo expuesto por Juan Borda, la persona que encaró esta obra de bien hace dos años,es su hermano José, empleado de EDEN S.A., quien junto a su esposa Irma, en recuerdo de una hija fallecida, decidieron dar de comer a niños necesitados. Es así que, en sus inicios, como el lugar donde cocinaban y comían los niños ya quedaba chico, decidieron pedir un préstamo al banco y construir un galpón de importantes dimensiones, lindero a la quinta donde viven. El galpón le faltan las aberturas y el mayor problema sucede en invierno, cuando las bajas temperaturas hacen tiritar a los chicos que acuden al lugar, en busca no solo de comida sino también de amparo.
Es así que los desamparados van los fines de semana, sábados y domingos, hasta la Posta de Yatasto, para comer.
José Borda y su esposa Irma se ocupan de hacer la comida junto a otras personas que cobran el subsidio estatal por desempleo, el Plan Jefes y Jefas de Hogar. José prefiere mantener un perfil bajo y es por eso que es su hermano Juan el que visita a los medios para tratar de conseguir ayuda, aunque aclara que es su hermano el autor de esta obra.

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