None
SOLIDARIDAD EN ACCIÓN

“Junín, esperanza del Chaco” viajará al Impenetrable, llevando agua y alimentos

Lo que más necesitan los nativos que viven en el monte chaqueño es agua, harina, sal, aceite, tomate, fideos, polenta, leche larga vida, yerba, fósforos, velas, también bolsas de papa, cebollas y utensillos de cocina.

La agrupación “Junín, Esperanza del Chaco” viajará el viernes 26 del corriente mes al Impenetrable, provincia de Chaco, para llevar víveres a la población carenciada que vive en el monte, generalmente de origen  indígena.
Por tal motivo reciben donaciones en España 494, donde funciona un centro de jubilados, los días martes, miércoles y jueves, de 18 a 21 horas. También se pueden donar cajas con mercaderías donadas por distintas familias o grupos de gente amiga, con destino a familias del Chaco, en una acción solidaria que se denomina “De familia a familia”. Cada caja contiene alimentos para cuatro personas, que les dura  diez días, aproximadamente, conteniendo tres kilos de harina, un kilo de yerba, 3 de azúcar, 4 de fideos, 2 de polentas, un litro de aceite, tres salsa de tomates, un kilo de sal, tres leche larga vida, una caja de té o mate cocido, galletitas, fósforo y velas.
Por razones de organización, el cierre de campaña es el lunes 22 de junio próximo. Los interesados pueden comunicarse a los celulares
Cabe mencionar que integrantes de este grupo solidario irá en camión y en camioneta o auto, hasta el Chaco llevando la mercadería. Los gastos de combustible son costeados por ellos, por lo cual frecuentemente organizan actividades para recaudar fondos. Los viajes a Chaco se hacen dos veces al año: una a mitad de año y otra a fin de año, cerca de Navidad, por lo cual esto significa una importante erogación monetaria importante.
Lorena De Luca y Esteban Suárez, integrantes de la agrupación “Junín, esperanza del Chaco”, fueron entrevistados por DEMOCRACIA, y explicaron cómo llevan a cabo esta importante acción solidaria.
“No dependemos de nada, solamente de la solidaridad de la gente, y nosotros ponemos lo nuestro, que es tiempo y nos encargamos de la organización. Junín, esperanza del Chaco surgió en el año 2000, y en estos 15 años de viajes al norte del país, siempre hacemos base en Fuerte Esperanza”, explicó De Luca.
“Esto empezó en el Colegio Parroquial San José, en el grupo del Secundario,  que querían ayudar al otro, como lo indica el Evangelio, pero en un lugar donde hubiera necesidad extrema. El esposo de Paula Sioli que iba a pescar a El Sauzalito contó sobre la existencia de un pueblo muy chiquito, a donde se podía ir y así surgió la idea de viajar, de ir allá. Pero se vio que eso no se podía hacer solo con chicos del secundario, entonces la agrupación continuó fuera del Colegio, empezó a crecer, a sumar más gente en forma independiente”, manifestó Esteban.
Según contaban los integrantes de la agrupación, cuando empezaron a ir a Fuerte Esperanza, era un paraje donde vivían 30 a 40 familias, cerca de la localidad de Castelli.
“Para llegar a Fuerte Esperanza hacemos 130 kilómetros de tierra. Descargamos el camión y ahí mismo pernoctamos, nos bañamos y al otro día cargamos camionetas y nos metemos entre 80 a 90 kilómetros adentro del monte, en el Impenetrable chaqueño. Visitamos lugares, parajes como Nueva Pompeya, Campo Grande, escuelitas rurales que encontramos en el camino”, dijo.
“Los wichis y los tobas –explicó Lorena- están diseminados dentro del monte, no hay dirección ni nada, simplemente se sabe que ahí viven. Para llegar a ellos no hay camino, solo senderitos, donde se puede ir caminando”.

La realidad de los aborígenes

“Ellos en realidad no nos piden nada, viven como decían los manuales que estudiábamos nosotros cuando éramos chicos, viven de la caza y la pesca, como lo hacían sus ancestros. El tema del hambre que aparece en estos años, no digo de los últimos, porque hace 15 que viajamos y ya había hambre, viene desde antes, desde que terratenientes empiezan a desmontar”, explicó Esteban.
“Los aborígenes se quedan sin animales para cazar y el río que usaban se contamina. Además, los apartan del río, los terratenientes compraron las tierras y los alejaron del río, entonces se quedan sin agua.  Y ellos no son de protestar como acá, acá los vecinos protestan cortando calles por ejemplo, ellos no. La realidad es que se están muriendo de hambre”, destacó Lorena.
“La idea no es desarraigarlos de ahí y llevarlos a otro lado, ese es su hábitat, si tuvieran más espacio de monte, con animales y un río más limpio, seguirían viviendo como siempre, con mucho respeto a la naturaleza, porque ellos son parte de ese ecosistema”, apuntó.
Respecto a lo que los nativos consumían y lo que se envía desde Junín, los integrantes de la agrupación solidaria explicaron: “se piden alimentos no perecederos, pero no todos. Ellos hacen sopa y guiso, si cazan algún animal, lo cocinan y lo comen. No tienen electricidad, por lo tanto no cazan más de lo que van a comer enseguida”.

Insumos
Lo que se lleva desde Junín al Chaco son los siguientes productos: yerba, aceite, azúcar, harina, pack de tomate, leche larga vida (no leche en polvo porque les hace falta agua), agua mineral, velas, fósforos, jabón blanco en pan, sal fina, sal gruesa, útiles escolares, juguetes, y artículos de cocina (platos y vasos que estén en buen estado), bolsas de papas, bolsas de cebollas y zapallo de cascara gruesa.
Generalmente van un camión y otro vehículo, que transitan 1400 kilómetros  (16 y 18 horas de viaje) hasta llegar a Fuerte Esperanza, en Chaco, más los kilómetros que hacen cuando recorren el monte, todos los días que están ahí. Todo este viaje (ida y vuelta) origina gastos en combustibles que son aportados por el mismo grupo. La organización suele hacer alguna rifa, venta de pollos cocinados, feria americana, porque es mucha la plata que se necesita para el combustible.
Una de estas actividades se hizo gracias a que el Rotary Club de Villa Belgrano facilitara las instalaciones para hacer una feria americana días pasados.
Por estos días se ultiman los preparativos para viajar el viernes 19 rumbo al Impenetrable, para contactarse nuevamente con poblaciones nativas carenciadas que viven en la provincia norteña, acción que no sería tan urgente si no le hubieran quitado a los nativos su sustento, dañando a la naturaleza.

COMENTARIOS