Días atrás, cuando nos enterábamos de la visita a nuestra ciudad del presidenciable gobernador bonaerense, Daniel Scioli, para avalar la candidatura de uno de los candidatos del oficialismo que puja para ganar la intendencia municipal, pensé: qué presencia de ánimo, por no calificarlo de otra manera, debe tener este caballero, para poner la cara, atento a las carencias en materia de obras y servicios que han caracterizado a su gestión, que con toda seguridad debe repetirse en la mayoría de las comunas bonaerenses.
Obviamente, además de la finalidad señalada, su presencia en la ciudad está enmarcada en la intensa actividad proselitista que demandan las próximas elecciones.
Me dije, ese día, representantes del comercio y la industria, fomentistas, ediles, políticos en general, plantearían a la máxima autoridad provincial urgencias, como las carencias edilicias y de insumos en el Hospital Interzonal, o el estado de las rutas aledañas, con la Circunvalación a la cabeza, o las reparaciones impostergables en el Aeródromo Junín. Recuerdo que hace un tiempo se frustró el transporte de un órgano para un trasplante, por la falta de operatividad de la pista. Quizá haya costado una vida.
En la ocasión, quienes tenían expectativas en formular algún requerimiento, chocaron con la pared de no estar contemplado esto en la agenda de la fecha.
Pero llama la atención que los referentes locales del oficialismo, dirigentes partidarios, concejales, candidatos, de quienes se presume tienen llegada al gobierno provincial, no hayan gestionado o quizá no lo suficiente, para la satisfacción de las necesidades apuntadas. No quiero pensar que en ello pueda haber influido que el municipio es gobernado por otra fuerza política.
Pero todas las noticias no pueden ser negativas. En estos días nos hemos enterado, por boca de las más altas autoridades, que tenemos un 5% de pobreza, menos que algunas “republiquetas europeas”.
Como dijo Larralde: “¡Qué suerte el haber nacido en un país del primer mundo! Zapateando de contento, arriba en lo más profundo!”.
TRIBUNA DEL LECTOR
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