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LA POLICÍA LLEGA A LAS VIVIENDAS POR DENUNCIAS DE VECINOS

Cada vez encuentran más plantaciones caseras de marihuana en la Ciudad

En la última semana, la Delegación de Drogas Ilícitas de Junín realizó tres allanamientos. En todos, descubrieron cannabis en los fondos de las propiedades. Si bien hay jurisprudencia que contempla una despenalización parcial del consumo, la práctica está prohibida por ley.

Llaman la atención por la forma de sus hojas verdes y la altura –de hasta tres metros– que pueden alcanzar. Son sólo plantas, pero su efecto y el movimiento que se genera en torno a ellas es lo que preocupa a varios vecinos.
En la última semana, tres plantaciones caseras de marihuana fueron descubiertas en Junín, a partir de los llamados anónimos que se recibieron en la línea 108.
Los allanamientos en los barrios Belgrano, Capilla de Loreto y Pueblo Nuevo realizados por la Delegación de Drogas Ilícitas de Junín confirman la tendencia del cultivo en viviendas observado en los últimos meses.
Según revelaron fuentes policiales a Democracia, en lo que va del año, ya hubo cerca de quince operativos de este tipo, además de los realizados por hechos de comercialización de estupefacientes.
"Hay muchos jóvenes que consumen", dijo el comisario mayor Marcelo Byrne, en diálogo con este diario. "La mayoría de los que la cultivan, es muy probable, que sea para consumirla ellos mismos", agregó.

Práctica ilegal
Ocurre que en la Argentina, el sólo hecho de tener, cultivar, suministrar o transportar droga es ilegal (ver página 3 "Para la ley...").
"La ley es clara. Habla de plantas como de bagullos, porros. Después penalmente la Justicia evaluará si es para consumo personal o no", afirmó.
"La ley habla de 'a título gratuito', así te regale un puñado de hojas, también es un delito", agregó.
"El hecho de que fuera un delito amerita que uno vaya y se la saque", indicó Byrne.
Si bien hay variadas posturas sobre la tenencia o uso de drogas en el ámbito privado, lo que para algunos puede ser un acto dentro de la intimidad que no afecta a terceros, para otros puede representar un riesgo o una situación que afecte la armonía del barrio.
"Puede generar que uno consume, se empiezan a juntar pibes, invitan a los amigos y los vecinos se enojan", explicó el titular de Drogas Ilícitas.

Denuncias anónimas
Ahí es donde entra en juego la nueva línea 108, o bien, el ya conocido 911. En ambos números, las denuncias son anónimas. Y quienes se ven afectados por la existencia de droga en las inmediaciones recurren a estos canales.
Una vez recibido el dato, que muchas veces apenas consta de una dirección, los detectives se encargan de cotejarlo.
"Tenemos que notificar la veracidad. No podemos ir a cualquier casa y entrar si no tenemos un grado de certeza. Ante la existencia del arbusto se confirma al ayudante fiscal y él autoriza a ingresar y sacarlo", dijo el comisario.
En esa cantidad creciente de denuncias, muchos de los llamados son por otras denuncias o con datos poco certeros.
"Tenés que hacer un filtro. Desde que habilitas un teléfono gratuito es innumerable la cantidad de denuncias que entran. Por problemas personales, de pareja, violencia", dijo Byrne.
"Por otro lado, quizás lo que hace falta es que nosotros podamos tener un diálogo con el que denuncia, no identificando quién es, sino haciéndole preguntas y ver si es cierto o no lo que está diciendo", afirmó el titular de Drogas Ilícitas a Democracia.

Con complicidad de los padres

Muchos de los hallazgos se dan en propiedades familiares. "Hay hijos de familias en las que los padres no pueden ignorar que las tienen. Te dicen 'yo sabía que en cualquier momento iban a venir'. Los chicos infringen la ley y los padres no toman ninguna medida", señalan los investigadores.
En los últimos años, surgió una especie de 'cultura cannábica' en torno al cultivo y uso de marihuana. En casos puntuales, hasta quizás en detrimento del acto de compra venta.
Para muchos de los que siembran, tiene otro significado consumir un producto de elaboración propia.
El proceso de cultivo requiere un cuidado y seguimiento particular. También tiempo y hasta algunos elementos para logar el crecimiento.
"Es como si fuera una cultura, pero hasta que no se cambie la ley, sigue siendo un delito. Si la Policía para a una persona y le encuentra un envoltorio, ya está infringiendo la ley", sostuvo Byrne.

Consumo personal
La ley de estupefacientes 23.737 no establece cantidades sobre lo que se considera "consumo personal". No obstante, los investigadores señalan que para obtener marihuana para comerciar se necesita un cultivo de al menos 40 plantas.
En los últimos allanamientos realizados en Junín, el máximo incautado en una propiedad fue de nueve ejemplares. De todos modos, es la Justicia la que debe determinar cuál era el objeto de la droga.
En el momento del allanamiento, el propietario de la droga es notificado según lo dispone el artículo 60 de la mencionada normativa.
"Es un derecho que le asiste. Vos le tenés que decir porqué estás ahí", afirmó Byrne, sobre lo que ocurre en ocasiones que las incautaciones son pequeñas. En dichas situaciones, los implicados no suelen ir aprehendidos.
Para comprobar la existencia de la tenencia de drogas para su comercialización, tiene que haber distintos elementos que lo prueben.
"El año pasado hicimos allanamiento sobre Alvear, de un hombre que tenía seis o siete plantas. Pero en ese momento, salía con una mochila con envoltorios de diario y paquetes. Te daba un indicio que iba a vender. Ahí ya es distinto", dijo Byrne.

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