Israel considera todas las opciones para responder al ataque de Irán
TENSIÓN EN MEDIO ORIENTE

Israel considera todas las opciones para responder al ataque de Irán

Tel Aviv estudia responder “en el momento adecuado”.

Tras una de las jornadas más dramáticas en su historia con motivo del primer ataque directo de Irán, Israel se despertó reabriendo su espacio aéreo mientras en tierra debatía sobre la respuesta en torno a dos conceptos estratégicos y parte integral de su concepto de seguridad: defensa y ataque.

El escudo defensivo -creado a raíz de los misiles disparados por Irak en la Guerra del Golfo en 1991- superó con creces el examen, pero la capacidad de disuasión no fue suficiente para evitar que su gran enemigo cumpliera desde su propio territorio la promesa de venganza por la muerte de siete oficiales de la Guardia Revolucionaria en Damasco hace dos semanas.

Mientras sus ciudadanos salían de los refugios y cuartos sellados sin saber si estaban al final o al principio de una escalada sin precedentes, Israel destacaba con orgullo y satisfacción que “la amenaza iraní se topó con la superioridad aérea y tecnológica del Ejército” y elogiaba sus sistemas defensivos y cazas de combate y la de sus socios, liderados por Estados Unidos, que desplegaron un paraguas de forma casi hermética para repeler la lluvia sin precedentes de drones y misiles.

Una niña beduina, de 7 años, herida de gravedad por la metralla de un misil en el desierto del Neguev, y daños menores en la base aérea de Nevatim fueron el balance limitado de unos 350 drones suicidas, misiles de crucero y misiles balísticos con un conjunto de 350 toneladas de explosivos.

El gabinete israelí estudia la forma y el momento de respuesta teniendo en cuenta tanto el deseo de su gran aliado (EE.UU.) de una desescalada como la continuación de la guerra en la Franja de Gaza -que tras seis meses no ha logrado desmantelar al grupo islamista Hamás ni liberar 133 secuestrados aún en cautiverio- y el intercambio de golpes con la milicia libanesa Hizbulá.

Por otro lado, muchos creen que un ataque iraní de semejante dimensión no puede quedar sin respuesta de la misma forma que Teherán llegó a la conclusión que debía reaccionar al ataque contra varios de sus cabecillas de la Guardia Revolucionaria en el consulado en Damasco. Israel, que no confirma ni desmiente el bombardeo del pasado 1 de abril, insiste que no era una legación diplomática.

La decisión de Teherán de apostar por primera vez por golpear a Israel de forma directa y no a través de sus milicias en Líbano, Siria, Irak, Gaza y Yemen coloca a Israel en un dilema que trató el gabinete de guerra este domingo. En la madrugada, el primer ministro Benjamín Netanyahu; el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y el ministro Benny Gantz recibieron la potestad para decidir el momento y lugar de la respuesta. Gantz afirmó que “Irán no es un problema solo de Israel, sino de todo el mundo”, para añadir en una insinuación de que la respuesta no será inmediata: “Ante la amenaza de Irán, construiremos una coalición regional y exigiremos el precio a Irán en la forma y en el momento que nos sea más adecuados”. El ministro ultranacionalista Bezalel Smotrish, por contra, exige una “respuesta inmediata para no poner a Israel en peligro existencial”.

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