Simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro, en una masiva marcha para respaldarlo en San Pablo.
Simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro, en una masiva marcha para respaldarlo en San Pablo.
MANIFESTANTES REIVINDICARON LA FIGURA DE MILEI

Bolsonaro desafía a los que le dicen “golpista”

El expresidente brasileño reunió a miles de seguidores en San Pablo y proclamó su inocencia, en su primer acto político desde que en 2022 perdió contra Lula y sus fieles tomaron el Congreso.

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, inhabilitado políticamente, afirmó ayer que “no se puede aceptar” que se aparte a opositores del escenario político, en un acto que reunió a una multitud de seguidores en San Pablo. “No podemos pensar en elecciones apartando a los opositores”, afirmó el ultraderechista, declarado en 2023 inelegible por ocho años por “abuso de poder”. 

Bolsonaro pidió además “una amnistía para aquellos pobres desgraciados que están presos en Brasilia”, en alusión a sus seguidores detenidos por la invasión y devastación de las sedes de los tres poderes el 8 de enero de 2023, contra la asunción del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia. 

Vestido con una camiseta de la selección de fútbol, Bolsonaro habló ante miles de seguidores, también vestidos a su pedido de “verdeamarelo”, que ocuparon más de seis cuadras de la emblemática Avenida Paulista. 

Entre los asistentes, se reivindicó también la figura del presidente argentino. ”Estamos con Milei, por eso tengo la bandera de Brasil de Bolsonaro, la bandera de Israel y la imagen de un león. Está haciendo lo correcto cortando las cadenas del comunismo en Argentina”, dijo el jubilado Fabio Soares. 

El exmandatario convocó la marcha por redes sociales para rechazar las sospechas golpistas en su contra y dar una demostración de fuerza como líder de la oposición. En su discurso volvió a decirse “perseguido”, sobre todo desde que acabó su mandato en 2022. “Busco la pacificación, pasar una goma de borrar en el pasado y buscar la manera de vivir en paz”, señaló. 

El líder ultraderechista había convocado a sus seguidores por redes sociales a una “manifestación pacífica en defensa del Estado de derecho democrático”, para defenderse de “todas las acusaciones”, incluidas las sospechas de haber participado en un plan de golpe de Estado para seguir en el poder. 

Bolsonaro, que se mantuvo en silencio el jueves al ser interrogado por la Policía, negó de nuevo cualquier intento de “golpe” ante sus seguidores. “¿Qué es un golpe? Tanques en las calles, armas, conspiración. Nada de eso ocurrió en Brasil”, afirmó. 

La Policía lanzó el 8 de febrero la operación Tempus Veritatis (la hora de la verdad, en latín) contra Bolsonaro y varios de sus estrechos aliados, incluidos algunos de sus exministros. Hubo allanamientos, detenciones, y al exmandatario se le prohibió salir de Brasil. Según la investigación, los sospechosos planearon desacreditar el sistema de voto electrónico antes de las elecciones, y después prepararon un golpe de Estado -que no se llevó a cabo- contra el nuevo gobierno de Lula. 

En la Paulista también ondearon banderas israelíes, tras las polémicas declaraciones de Lula.

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