El Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), que lidera Ricardo Pignanelli, inauguró los cursos de capacitación y formación profesional de sus afiliados, en el contexto de una tendencia mundial según la cual la incorporación del vehículo eléctrico e híbrido, y los cambios tecnológicos que conllevará para la industria, son "un camino irreversible", afirmó el dirigente.
El acto de inauguración de esos cursos se realizó en el Instituto Nacional de Educación Técnica (INET), en Saavedra al 700 de Capital, donde expusieron Pignanelli, el director de Asuntos Corporativos de la multinacional Toyota, Diego Prado, y el coordinador nacional de Educación Técnica de nivel secundario de aquel organismo, dependiente de Educación, Ricardo De Gisi.
"El Smata comprendió que desembarca la tecnología híbrida, que es el paso previo al auto eléctrico y anterior al de hidrógeno. En Japón ya funciona. De no calificar a la mano de obra, el país no tendrá oportunidades. Para el 2020 habrá camionetas y coches híbridos, que es la combinación de un motor a combustión con baterías que proveen electricidad. El vehículo funciona con corriente o combustión, según su reserva eléctrica", iinformó Pignanelli, para quien en 2030-32 ya habrá "auto eléctrico".
El jefe de la organización sindical explicó que ese vehículo significará "una gran innovación para la industria", porque aunque la carrocería y el chasis continúen existiendo, ese vehículo ya "no tendrá para el 2030-32 motor, diferencial, caja ni embrague".
Ese nuevo vehículo se fabricará con cuatro motores eléctricos -uno por rueda- y un elevadísimo componente electrónico para comandar los movimientos, por lo que Pignanelli fue taxativo al señalar: "Eso viene o viene y, por lo mismo, hay que capacitar".
"Este año ya habrá 6.000 unidades importadas. Por eso se redujeron los costos de ese coche ecológico. El gremio y Toyota convinieron el desarrollo de la mano de obra para afrontar las nuevas tecnologías", señaló el sindicalista, quien también explicó que "la gran inversión será realizada por las empresas, mientras el Estado colaborará formando y ayudando al autopartismo".
Pignanelli, quien integra el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), afirmó que el gremio deberá adaptarse a las nuevas tecnologías, aunque "no abandonará la lucha por mantener la fabricación de componentes nacionales", a la vez que realzó que el país tuvo su gran oportunidad industrial con Juan Perón, quien desarrolló esa estrategia a partir del eje de la industria pesada.
También puntualizó que "ese desarrollo industrial pesado y medio -automotor, tractores, colectivos- tiene una deuda pendiente: las pequeñas y medianas empresas (Pymes), un tema aún no resuelto. El gran desarrollo nacional depende de la creación de 120.000 de esas firmas en todo el sector y de las economías regionales para terminar con la desocupación. Eso generará 1.400.000 puestos de trabajo, para lo que se requiere un plan de cuatro años", afirmó.
Pignanelli añadió a Télam que en esta nueva tecnología del parque automotor radicará "el futuro de la Argentina y de las Pymes", para lo cual es indispensable "formar y capacitar"; indicó que ningún poder central "aviva a nadie sobre lo que viene", por lo que "es preciso saber observar a largo plazo", y afirmó también que "esta iniciativa del gremio es un verdadero orgullo".
"Los abusos provocaron que comenzara a surgir otro tipo de energía, como la eólica y la solar. Así ocurre en Noruega. El petróleo continuará utilizándose, pero no en la misma magnitud", aseguró el dirigente, para quien "el polo de poder pasará por los gobiernos que apuesten a la industrialización de sus países".
El Smata formará y capacitará a cinco o seis mil afiliados al año, como ya ocurre en el centro propio de la calle Medrano y, en una primera etapa, esa tarea se encaminará a instruir profesores.
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