Caca.

Y así, casi sin darnos cuenta los medios plantean su dinámica de intervención sobre nuestras vidas proponiendo un “zapping” de miserias donde el impacto se postula como recurso efectivo, casi como el titular de esta columna que seguramente atrapó algún lector.
Surge “corta la bocha” Cutzarida con sus atajos para resolver un problema profundo que combina una multiplicidad de variables. Sin cuestionamientos sobre sus niveles de indignación genuina, me refiero a la forma en la que sostiene su permanencia mediática; adjudicándose cierta jerga callejera. La presencia de Ivo, alias “te bajo con un chumbo”, en los medios es tan vomitiva como su rival, el “motochorro” que escapa en el baúl del taxi.
La tapa de una revista propone la desgracia de un travesti que se alimenta con restos de polenta en una plaza mientras que por las noches, ciertos programas exhiben como contenido genuino una recopilación de sucesos policiales. La lógica está planteada y la multiplicidad de medios a través de los que consumimos contenidos replican la dinámica proponiéndola como única.
La pregunta que me hago es si no seremos nosotros quienes en nuestra urgencia de alimento de contenido simple devoramos lo que nos ponen arriba de la mesa tragando como moscas actitudes populistas llenas de frases vacías y “biensonantes”. Voces fabricadas para “caer bien” y con el objetivo de decir lo que el otro quiere escuchar.
Reconozco que en algún momento me tenté y casi rompo mi camisa al escuchar al “actor” con su ceño fruncido y mirando a la cámara; al mismo tiempo me propuse pensar en la utilidad de esa actitud. Acaso no debemos olvidar la hibridez del grito “que se vayan todos” como propuesta vacía.  Interpretar y convertir la cacofonía mediática, entendida como secuencia de sonidos desagradables, es el desafío para positivizar las posiciones individuales sobre un tema y llevarlas a una actitud colectiva.
No está mal gritar y patalear, el punto es que si esto es lo único que hacemos estaremos siempre en el mismo lugar, en el barro y hundiéndonos cada vez más.