Adiós a Robin Williams: una vida que fue de las risas a la tragedia

La sorpresiva muerte de Robin Williams generó un inmenso dolor no sólo en el mundo artístico, sino que hasta el propio presidente de los Estados Unidos mostró su pesar luego de conocida la decisión del actor. "Robin Williams fue un piloto, un doctor, un genio, una niñera, un presidente, un profesor, un Peter Pan y mucho más. Pero era alguien especial. Nos hizo reír, nos hizo llorar. Dio su inmenso talento de forma gratuita y generosa a quienes más lo necesitaban", dijo ayer Barack Obama, mientras que el director de cine Steven Spielberg elogió al actor: "Robin era una tormenta de luz de genialidad humorística y nuestra risa era el trueno que lo sostenía. Era un compañero y no puedo creer que se haya ido".
También comenzaron a tejerse diversas versiones en torno a la causa de su fallecimiento. El lunes por la noche, los primeros informes hablaban de "asfixia", pero tras una breve conferencia de prensa, las autoridades del condado de Marin confirmaron que la estrella de Hollywood se ahorcó en su dormitorio.
A Williams lo habían visto por última vez el domingo a la noche, pero ya era público que un mes atrás había vuelto a internarse para luchar contra el alcoholismo. Era una vieja batalla la de Williams, contra el alcohol y la cocaína. En los 80, con el nacimiento de su primer hijo, consiguió una victoria duradera, y pudo mantenerse sobrio por 20 años. Pero en 2006 sufrió una recaída: "La adicción no es causada por nada en especial, simplemente está ahí".
El extraterrestre Mork, el profesor poeta, Patch Adams, Papá por siempre, o el doctor Sayer en Despertares fueron algunos de los personajes que el actor de 63 años llevó a las pantallas, y que desde ahora forman parte de la retina del cine mundial, que guardará las imágenes de Robin Williams como uno de los grandes de siempre.