La nave había naufragado el 13 de enero de 2012 a poca distancia de las costas de la Isla del Giglio, en la región italiana de Toscana, provocando la muerte de 32 personas.
Los trabajos para poner nuevamente a flote la nave comenzaron a las seis de la mañana de ayer cuando el crucero empezó a ser separado de la plataforma sobre la cual había sido colocado tras las operaciones de rotación.
Desde el naufragio se trabajó mucho en torno a los restos de la nave para restablecerla en posición vertical y para asegurarla a un fondo artificial en espera de su traslado.
El Concordia fue levantado ayer un par de metros y sucesivamente remolcado hacia el este.
En los próximos días estará completamente a flote y será llevado hacia el norte, hasta el puerto de Génova Voltri.
El responsable de esta operación jamás intentada en un barco de esta dimensión es el sudafricano Nich Sloana.
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