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SOCIEDAD

Helado, un postre saludable

No existe a ciencia cierta un dato sobre el origen de este delicioso postre, pues ha sufrido muchas modificaciones con el paso del tiempo; lo cierto es que lo conocían y disfrutaban los chinos, turcos, árabes y romanos.
Podemos encontrar en la historia datos interesantes sobre el tema, por ejemplo, se sabe que en la corte de Alejandro Magno se enterraban ánforas con frutas mezcladas con miel en la nieve para que se conservaran mejor y se servían heladas. Se sabe también que los helados llegaron a la corte francesa cuando Catalina de Médicis se casó con Enrique II. A Inglaterra en cambio, llegaron de la mano de un cocinero francés que sirvió en la corte, quien le incorporó leche a la receta, convirtiéndola en una delicia; es así como el helado llega a Inglaterra, y poco a poco se fue conociendo en toda Europa; a América llegó con la colonización.
Es evidente que su elaboración no era sencilla, ya que era imprescindible disponer de nieve y de los medios para conservar la temperatura, por lo que consumir helado era un placer que solo Reyes y algunas personas privilegiadas de la época podían disfrutar. De acuerdo con registros históricos, durante los siglos XVI y XVII se elaboraban y se servían helados en las cortes de España, Francia e Inglaterra.
Un estudio estadounidense ha comprobado que el helado no engorda si se come en proporciones adecuadas, además de que tiene muchos beneficios:
- Fortalece la masa ósea; los helados de leche y de yogurt pueden cubrir hasta un 15% de los requerimientos diarios de calcio.
- Ayuda a controlar la tensión arterial.
- Rico en proteínas y vitamina B12.
- Los helados de chocolate (cacao), contienen sustancias que actúan sobre el sistema nervioso central produciendo endorfinas, que actuan reduciendo el dolor, el estrés y la ansiedad.
- Para los niños son una buena opción de alimento, sobre todo para aquellos que no gustan de la leche.
- Contribuyen a la hidratación, combaten la resequedad en las vías respiratorias y facilitan la digestión.
- Su consumo causa una sensación de bienestar.
- Ayuda a cicatrizar y a reducir la inflamación de las amígdalas.
- Previene las piedras en el riñón.
- Refuerza el sistema inmunológico.
- Ayuda a disminuir los dolores menstruales.
En el mercado puedes encontrar gran variedad de opciones:
- Helados de crema: que contienen de 7 a 10% de grasa de leche.
- Helados de leche: que contienen 2.5% de grasa de leche.
- Helados de yogurt: que pueden tomarse solos o con fruta y contienen de 3 a 6% de grasa.
- Helados light: con bajo contenido calórico.
- Sorbetes: son productos congelados elaborados con azúcar, agua, fruta, color y sabor; son sumamente refrescantes.
Hoy en día, los helados se han puesto muy de moda y pueden ser una excelente opción de un rico y sano postre; existen muchas variedades y una cantidad de sabores exóticos, que si te animas, podrías probar.
Los helados están también relacionados con la parte social y de convivencia, pues es muy común que para reunirte con tus amigos, decidas ir a tomar un rico helado y pasar un rato muy agradable. Estoy segura de que ahora que sabes que el helado no solo no está prohibido en la dieta, sino que además te aportará beneficios, lo consumirás con mucho gusto; eso sí, recuerda que sin abusar, medirte es la clave. Recuerda… ¡tú generas el cambio! 

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