El Parque Federal Campo San Juan, ubicado a solo 30 kilómetros de la ciudad misionera de Posadas abrió sus puertas al público y representa un lugar que preserva lo cultural, ecológico e histórico de Misiones.
Ese sitio, al que el gobernador Oscar Herrera Ahuad catalogó como "5.000 hectáreas de vida y de historia, para Argentina y para Misiones", protege una porción de la ecorregión Campos y malezales, donde se destacan especies como el burrito ocelado, un ave detectada únicamente en los pastizales de esta área protegida.
Además de proteger especies de fauna con distinto grado de amenaza, la reserva alberga restos materiales del antiguo Ingenio Azucarero San Juan, declarado Patrimonio Cultural y Patrimonio Turístico de la provincia.
El parque federal Campo San Juan se encuentra a 8 kilómetros de la ruta nacional 12, en la localidad de Santa Ana, y se puede visitar todos los días, de 8 a 16, de manera gratuita y con diversas comodidades como sanitarios, agua potable para consumo, estacionamientos y abundante cartelería informativa.
Los días de lluvia permanece cerrado para mantener en condiciones el camino de ingreso, que es de tierra.
Entre las principales atracciones figuran el cementerio y la chimenea del Ingenio San Juan, que datan de finales del siglo XIX.
Otro de los senderos lleva a un observatorio de aves en la desembocadura al arroyo Yacutinga, en un recorrido que es de baja dificultad con una construcción inicial de estructura de madera para realizar avistaje de aves.
En el Parque Federal se pueden ver ejemplares de urunday, árbol de tronco recto y copa alargada muy abundante en la zona y que suele formar bosquecillos o "mogotes" junto a otras especies.
De esta madera se construye, desde el retorno a la democracia en 1983, el bastón de mando de los presidentes argentinos.
La zona fue declarada "Área Importante para la Conservación de las Aves" (AICA) por sus valores singulares porque allí conviven diversas especies de mamíferos, aves, anfibios y reptiles.
Además, hay registros de dos especies de tortugas poco conocidas (Mesoclemmys vanderhaegei y Phrynops geoffroanus) y tres especies de falsas corales (falsa coral subterránea, falsa coral subterránea de Quiroga y falsa coral acuática).
Entre los ofidios en peligro de extinción, están la culebra acuática de panza anaranjada, la falsa coral de estero sureña, la musurana de cerro, la del Brasil y la falsa coral nariguda cuyas poblaciones en nuestro país necesitan medidas urgentes de conservación.
La especie de ave representada en el emblema del Parque es un burrito ocelado, que si bien habita desde Centroamérica hasta el sur de Brasil y noreste de Paraguay, en nuestro país su presencia fue detectada recién en 2020, justamente en Campo San Juan, donde se estima que vive una población estable de poco más de una centena de individuos.
Dada su estrecha vinculación con los pastizales nativos, el Parque se convierte en un refugio de vital importancia para esta especie y de muchas otras que integran la gran biodiversidad de este tipo de ambientes.
En tanto, la chimenea del Ingenio San Juan se puede ver mientras sus restos emergen ruinosos y cubiertos por la masa verde selvática -o bajo las aguas del Paraná- tras la construcción del embalse de Yacyretá, con 27 metros de altura.
El nivel de protección que tiene es el de Reserva Natural Silvestre que trae aparejada condiciones de conservación y uso racional de sus recursos naturales y allí se llevan invertidos más de 12,5 millones de pesos en infraestructura operativa, perforación para la extracción de agua, compra de herramientas, cartelería, construcción de miradores, observatorio de aves y apertura de senderos, todo en el marco del programa "Más obras Mejores Parques".
COMENTARIOS