La ruta del vino: Un viaje por el interior de la vid
TURISMO VITIVINÍCOLA

La ruta del vino: Un viaje por el interior de la vid

Las bodegas de la Patagonia abren sus puertas al público y ofrecen un paseo marcado por la historia de la industria y la experiencia gastronómica. Propuestas y precios

En las últimas décadas la producción vitivinícola se ha extendido a lo largo de todo el territorio nacional, creando a su paso una ruta del vino por toda la Patagonia, que tiene su punto final en Sarmiento, localidad de Chubut, con la bodega más austral del mundo.

Este tipo de actividad mueve el perímetro de las economías regionales de dos maneras, por un lado por lo que genera a partir de la producción en sí misma y por otro, gracias al circuito turístico que se erige a su alrededor y que atrae a miles de visitantes en las diferentes épocas del año.

Esta ruta comienza en el sur de La Pampa y se extiende por las provincias de Río Negro, Neuquén y Chubut con numerosas bodegas instaladas por todo su territorio. Quienes optan por vacacionar en alguno de los puntos que conforman este circuito, se encuentran con destinos que ofrecen la posibilidad de desconexión y descanso mientras, se disfruta de una experiencia gastronómica a la vera de los impactantes paisajes de la zona.

EL VALLE DE RÍO NEGRO

En Villa Regina, localidad ubicada en el Gran Valle rionegrino, se encuentra la bodega Favretto, una empresa familiar que cuenta con más de 70 años trayectoria y que su historia se remonta -como la de muchas en Argentina- a los inmigrantes italianos que llegaron al país en la década del ‘20.

La historia puede conocerse en las visitas guiadas al lugar que incluyen un “tour por la parte vieja y por la nueva, que termina en una sala de degustación en donde se prueban tres vinos”, detallaron desde la bodega.

El recorrido tiene un costo de $1.800 por persona y generalmente se realiza los días sábados a las 10 de la mañana, aunque tienen consideración y flexibilidad en el caso de turistas o visitantes que se encuentren de paso por el lugar. Por lo que desde la bodega recomendaron hacer una reservación antes de llegar al lugar.

Tras la visita a los viñedos de Favretto, aquellos que deseen quedarse en la zona cuentan con la opción de hacerlo en un complejo de cabañas que cuenta con acceso propio al río. Allí una casa para dos personas cuesta $12.000 por noche y por un extra de $3.500 se puede añadir el servicio de desayuno.

Además, el predio en el que se encuentran las cabañas cuenta con una plantación de lúpulo, ingrediente fundamental para la producción de cerveza, que puede ser visitado de igual manera que las plantaciones de vid.

NEUQUÉN, VINOS Y COMIDA GOURMET

En San Patricio del Chañar, localidad de la provincia de Neuquén, se encuentra Malma, una bodega de grandes dimensiones que en sus instalaciones cuenta con tanques de acero inoxidable capaces de almacenar hasta 18.000.000 litros.

Con una entrada de $1.200 los visitantes tienen la posibilidad de recorrer el lugar, descubrir el proceso productivo y degustar los vinos de la marca. Además cuentan con precios preferenciales en la tienda del lugar.

Para completar la experiencia gourmet, la bodega cuenta con un restaurante propio, en el ofrece una carta elaborada por completo con productos patagónicos pensada para maridar con sus vinos.

En la sección de las entradas destacan las empanadas criollas a $1.100 y los langostinos de Puerto Madryn a la chapa a $2.000 la porción. Mientras que el roll de cordero patagónico es el plato principal estrella y está a $4.600. Pero hay varias opciones como los ravioles de cordero patagónico a $3.400 o la pesca del día sobre risotto a $3.600. La carta también cuenta con una amplia variedad de postres que oscilan entre los $500 y $1.800.

Las especialidades del chef se acompañan por los vinos de la bodega, que pueden comprarse por copa a un costo que va de $700 a $2.000, según cual se elija; o por botella en donde el valor va de los $1.500 a los $9.600.

CHUBUT, EL VINO AUSTRAL

La provincia de Chubut es otra de las que se sumó a la ruta del vino patagónico y según indicaron cifras oficiales, en los últimos diez años la industria vitivinícola creció un 335 por ciento. En ese marco de apuntalado crecimiento cuenta con distintos elementos que caracterizan a la actividad en el lugar, como el logro de contar con la bodega más austral del mundo. Pero más al norte del territorio provincial, cercana a la cordillera y al límite con Río Negro, en la localidad de el Hoyo se emplaza la bodega Ayestarán Allard.

Al igual que las anteriores, tiene las instalaciones de la fábrica abiertas al público que por un valor de $1.000 la entrada puede conocer todo el lugar.

Allí los guías del acompañan a los visitantes mientras le cuentan la historia del viñedo, recorren las salas de producción y la cava, para finalizar con una degustación de todas las etiquetas. “No se trata solo de degustar los mejores vinos de la región, sino también de disfrutar de un proceso de formación y explicación que permita comprender mejor el proceso de producción”, señalaron desde la bodega chubutense.

Esas son solo algunas de las numerosas bodegas que cada temporada reciben a cientos de turistas dispuestos a disfrutar y aprender del proceso de producción de una de las bebidas más tomadas en el mundo.

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