Destacan que los duendes de porcelana son muy populares entre los adultos.
Destacan que los duendes de porcelana son muy populares entre los adultos.
JUGUETES Y MUÑECOS ÚNICOS

Mercado local: las alternativas 100% artesanales hechas por juninenses para regalar en las fiestas

No todos los obsequios se fabrican en las grandes industrias y, para las fiestas, la oferta artesanal para niños y adultos se ensancha con diferentes opciones. Fabricantes locales de amplia trayectoria dieron detalles del proceso de producción de sus juguetes y muñecos.

En la víspera, pensar qué regalar a cada miembro de la familia es quizá uno de los aspectos más difíciles de resolver. Para quienes eligen los tradicionales juguetes y juegos, la oferta local es vasta, y los negocios llenan sus estanterías para que en cada árbol de Navidad haya presentes. Pero, para quienes buscan alternativas artesanales, la producción local también abastece con sus productos únicos, fabricados de forma manual y en los talleres caseros.

Democracia dialogó con productores de juguetes y muñecos locales de vasta trayectoria, que brindaron detalles del proceso de producción, los rasgos salientes de sus trabajos y la comercialización de cara a las fiestas de fin de año.

Oferta

Entre los numerosos artesanos juninenses que engrosan la oferta para diferentes edades y segmentos, se destacan aquellos que se dedican a los regalos, el juego y el aprendizaje.

Francisco Baztarrica tiene 73 años y hace más de dos décadas que se dedica a la producción de juguetes en madera junto a su esposa, Zulma Castearena. “Empezamos como un hobbie y terminamos teniendo prácticamente una fábrica”, señaló, consultado respecto a sus inicios.

Es que Baztarrica no tuvo siempre un taller de carpintería y una instalación para producir juguetes, sino que llegó a ello en un momento difícil de su vida. “Me había quedado sin trabajo y tenía que buscar una actividad”, explicó, y fue en el negocio de su esposa, que vendía ropa para bebés y además tenía conocimientos en pintura, en el que se inspiró para buscar una salida. Se formó en carpintería en el turno nocturno del colegio industrial y juntos empezaron a producir juguetes didácticos.

Sus productos son de encastre, arrastre y para armar y desarmar. Trabaja en madera y, entre los juguetes más destacados, Francisco señaló la “torre de Hanói, el payaso de encastre, las figuras geométricas, el mapa y el abecedario”.

Por otro lado, regalar muñecos no ha pasado de moda, y la oferta artesanal local es también notable. Marisa Escudero, de Lavanda Designs, se dedica, entre otras manualidades, a producir “amigurumis”, que, según señaló, “son muñecos y juguetes para niños, realizados con la técnica de tejido a crochet”. Asimismo, Martha Costa se aboca a la muñequería “soft” y en tela, y a la realización de duendes de distintos estilos y, consultada por sus inicios, se remontó a 2012, cuando realizó “un curso de pintura y, luego, uno de muñequería” para fabricar sus propios diseños.

En el caso de María Scolari, su especialidad son los duendes en porcelana fría, que fabrica desde hace 7 años y que ya cuentan con una identidad y fama propias entre los juninenses.

Producción artesanal

No son fábricas sino ambientes de la casa. No son máquinas que producen en serie sino el talento de las manos y una buena muñeca para darle un toque único. La producción artesanal se distingue por sus rasgos que hacen que cada producto sea diferente del resto, y, para ello, el rol del fabricante es fundamental.

“Cada trabajo tiene un estilo propio, y lo voy renovando para hacer piezas únicas”, destacó Martha, que produce de forma constante muñecos de tela y, al igual que muchos de sus colegas, le da suma importancia a cada diseño. 

Sin embargo, los tiempos deben también adaptarse a ello, y contar con un stock continuo no es tarea fácil. “Esto lleva tiempo, no es una máquina que los produce automáticamente”, aclaró Francisco, que lleva a cabo las primeras etapas de sus juguetes en madera en la carpintería y deja que Zulma haga las terminaciones en pintura. Para ellos, como para muchos otros, la producción en cantidad no es posible, pero encuentran la manera de que sus productos estén siempre en exposición en los puntos de venta.

En el caso de María, que crea los duendes en porcelana fría con sus manos, explicó que el tiempo que se necesita “va de 2 días a una semana de trabajo”, y es sólo ella quien trabaja cada muñeco de forma 100% artesanal y desde cero, lo que incluye modelado de las caras,manos y pies, y la fabricación del cuerpo con alambres, rellenos y telas para la fabricación de la ropa. “Todo es producto de la imaginación del momento, pero son creados con mucho amor, es algo que me gusta hacer”, agregó.

Respecto a los “amigurumis”, sus muñecos tejidos a crochet, Marisa señaló que la producción implica tejer cada una de las piezas por separado para luego ensamblarlas y que, al igual que han explicado sus colegas, el tiempo de trabajo depende de cada modelo. “Algunos se resuelven en un día y otros, más complejos, demandan más tiempo”, destacó.

Para que los niños tengan sus muñecos de tela artesanales, Martha sólo dispone de dos manos, puesto que trabaja sola en su taller. Su proceso de trabajo consiste en “sacar los moldes, pasar a las telas, cortar, coser, rellenar y armar” y, además de sus clásicos diseños, también atiende los pedidos de sus compradores. 

“Tengo un cliente muy especial que me pide personajes de Nickelodeon y Cartoon Network, pero eso me lleva más tiempo porque no suelen haber moldes y no son fáciles de hacer”, expresó.

Además, de cara a las fiestas, en la que muchos eligen regalar productos artesanales, Martha adelantó que “en fechas clave se refuerza la producción”, y que trabajará para que no falte stock.

Clientela

Sean adultos o niños, atender a las necesidades y exigencias de los clientes es primordial, y el contacto directo de los productores con ellos les permite tener la ventaja de conocer su público y trabajar en base a eso.

Si bien hace 22 años que está en el rubro, Francisco debió instruirse para producir juguetes didácticos en madera, sobre todo por la importancia que tienen para el desarrollo cognitivo y de habilidades motrices en los niños. “Los primeros diseños los armamos con la ayuda de maestras jardineras, psicopedagogas y otros profesionales”, explicó el artesano que, además, en muchos casos produce juguetes especiales a pedido de los especialistas, que los utilizan para trabajar con los chicos en el consultorio.

Asimismo, también se debe reparar en los materiales utilizados y, al respecto, Francisco señaló que son “no tóxicos, para que los niños se los puedan llevar a la boca sin peligro” e, incluso, cuando abastecía al Ministerio de Desarrollo, debía cumplir estrictamente con las Normas IRAM.

Por su parte, Marisa también se centra en el público joven y explicó que produce “distintos tipos de juguetes, combinando formas y colores atractivos, para bebés y niños”. Es que cada uno de sus productos y nuevos diseños está pensado en base a la edad y su vasta oferta de atractivos para recién nacidos, como muñecos de apego, sonajeros y mordedores, son a base de materiales aptos para su manipulación.

En el caso de Martha, además de llamar la atención de los niños con su línea de muñecos “soft”, también atrae a los adultos con sus duendes, rubro en el que reconoce que “los compradores son tanto niños como grandes”.

Lo cierto es que los productos artesanales locales encuentran adhesiones entre amplias franjas etarias, y la línea de juegos y juguetes es sólo una de las tantas ramas de lo que se produce en la ciudad. El apoyo de los juninenses es notable, y los fabricantes también se mostraron conformes con ello.

“La devolución de la gente es muy buena, les gusta lo que yo hago y quedan conformes con los productos”, destacó Martha y, en la misma línea, Francisco recordó que cuando visitaban las ferias de la zona muchos vecinos los buscaban para conseguir sus juguetes en madera.

El Maj, su boca de expendio

Afortunadamente, los productores locales cuentan con diferentes alternativas para comercializar lo que fabrican. Es indudable que las redes sociales juegan un rol fundamental en la difusión de los trabajos y como modo de establecer un nexo virtual con la clientela, pero la venta en el mostrador es una importante fuente de ingresos para todos ellos.

El Mercado Artesanal Juninense (MAJ), ubicado en calle Roque Sáenz Peña 129 es el espacio en el que muchos emprendedores locales ofrecen y comercializan sus productos artesanales. Las convocatorias para incorporar nuevos proveedores son periódicas y, en el caso de los artesanos consultados, sus productos están expuestos en las estanterías y pueden ser adquiridos por cualquier cliente que visite el negocio, sin necesidad de mediar con el productor. 

En el trasfondo, el objetivo es que se vendan los productos todo el año, independientemente de si se organizan ferias en Junín y la zona donde, por cierto, muchos de los fabricantes de juguetes y muñecos participan. 

“Estoy muy agradecida con el local y con la gente que compra mis productos”, destacó Martha, que vende sus productos en el MAJ desde 2017 y, en paralelo, participa de ferias y los ofrece en Facebook e Instagram, “Adas Soñadoras”. Por su parte, Marisa también vende a través de redes sociales, en @lavanda_designs.

En el caso de Francisco, recordó que solía abastecer a jardines y al Ministerio de Desarrollo Social, lo que “aseguraba una venta grande por año”, pero también demandaba mayor tiempo de trabajo. Hoy, ya no visita las ferias y sólo vende sus juguetes en el MAJ, al igual que María, cuyos duendes “se venden a gente de Junín y turistas que visitan la ciudad” y que, tras la pandemia, sólo destina sus productos al local céntrico, donde ya se preparan para estas fiestas.

“Estoy muy contenta con este espacio porque puedo mostrar mis productos junto con artesanos locales”, concluyó.

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