La Asociación Americana del Corazón incorporó al sueño como un indicador de riesgo

Comer de manera saludable, hacer ejercicio físico, no fumar, se sabe que son promotores de una mejor salud en general, y cardiovascular en particular. Esos factores integraban, junto con otros, el Life’s Simple 7™, la puntuación de salud cardiovascular, que emite periódicamente la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés), y que a partir de su última publicación será reemplazada por el Life’s Essential 8™, que cuenta, además, con el ingreso del sueño a su ranking de factores esenciales para la salud ideal del corazón y el cerebro.

Según se publicó en Circulation, la revista insignia revisada por pares de la Asociación, no sólo la calidad sino la duración del sueño se considera un factor clave para la buena salud cardiovascular.

Otras actualizaciones de las medidas de salud cardiovascular óptima para cualquier persona de dos años en adelante incluyen una nueva guía para evaluar la dieta, contabilizar la exposición al humo de segunda mano y al vapeo, usar colesterol no HDL en lugar de colesterol total para medir los lípidos en sangre, y ampliar la medida del azúcar en la sangre para evaluar el riesgo de diabetes tipo 2.

La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en los EEUU y en todo el mundo. Según la actualización de estadísticas de accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas de 2022 de la AHA, aproximadamente 121,5 millones de personas en los EEUU tienen presión arterial alta, 100 millones tienen obesidad, más de 28 millones tienen diabetes tipo 2 y sólo uno de cada cuatro adultos informó haber logrado la actividad física y el ejercicio recomendado en las pautas de actividad física para estadounidenses del Departamento de Salud y Servicios Humanos de ese país.

Todo esto, mientras la mayoría de los últimos estudios de investigación realizados indican que más del 80% de todos los eventos cardiovasculares pueden prevenirse con un estilo de vida saludable y el control de los factores de riesgo cardiovasculares conocidos.

Donald M. Lloyd-Jones es el presidente de la AHA y destacó que “la nueva métrica de la duración del sueño refleja los últimos hallazgos de investigación: el sueño afecta la salud en general, y las personas que tienen patrones de sueño más saludables manejan factores de salud como el peso, la presión arterial o el riesgo de diabetes tipo 2 de manera más efectiva”. Y agregó: “Además, los avances en las formas de medir el sueño, como con dispositivos portátiles, ahora ofrecen a las personas la capacidad de monitorear de manera confiable y rutinaria sus hábitos de sueño en el hogar”.

La Asociación definió por primera vez las siete métricas para la salud cardiovascular en 2010 para identificar los comportamientos de salud específicos y los factores de salud que impulsan una salud óptima del corazón y el cerebro. Después de 12 años y más de 2.400 artículos científicos sobre el tema, los nuevos descubrimientos en la salud del corazón y el cerebro y en las formas de medir la salud cardiovascular brindaron la oportunidad de revisar cada componente con más detalle.

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