Retrato crítico: menos stands y más promos
FERIA DEL LIBRO

Retrato crítico: menos stands y más promos

Pospandemia, será la peor versión para los editores

En la inmensidad de los pasillos de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, las ofertas y las promociones son el caballito de batalla de muchos stands que ofrecen sus ejemplares a precios que en general arrancan en los 500 pesos o se venden con fórmulas de 3 x 2 o 10 por ciento de descuento en efectivo, a lo que se suman los beneficios o facilidades de pago de algunas entidades bancarias, en libros tan variados que van desde saldos, ediciones antiguas de ficciones, infantiles, ciencia, revistas, manuales, clásicos, hasta gastronomía, historia o diseño de interiores.

Es que las promociones especiales y los descuentos, al decir de los propios organizadores, parecerían ser la única opción de muchos para poder recorrer la feria y elegir algún título. Esto, sumado a que hay menos stands que otros años (el stand de la Comuna local, por ejemplo, que todos los años decía presente con su sello editorial y su catálogo de autores platenses, esta vez decidió no estar), hace que las promociones y los descuentos sean opciones más que necesarias entre los pabellones de los grandes grupos editoriales.

Una recorrida

“¡Super promoción! Tres libros por 1.000 pesos, de la mesa que quieran, 220 títulos para elegir”, grita uno de los vendedores del espacio Feria del Libro de Avellaneda y Ediciones Almar, en el pabellón amarillo, uno de esos stands que se dedican a los saldos, “los salderos”, como ellos mismos se presentan.

Son salderos porque compran y venden libros que ya no son novedades y para las editoriales mantenerlos en sus depósitos no tiene sentido, deshacerse tampoco porque implica una compleja situación legal, por lo que lo venden como remates. Lo bueno de la feria es que toda esa diversidad de opciones, ediciones publicadas hace veinte años tal vez, se dan cita en un mismo espacio. Y para los públicos masivos que pasean sin brújula, esas ofertas son tan tentadoras como entretenidas en el paseo cultural: se trata de mirar, tocar, buscar y dejarse captar por la propuesta que anticipa el libro entre manos.

En el pabellón azul se agrupan varios de los stands con ofertas y saldos y una monumental cantidad de libros para entretenerse un rato buscando. En Ediciones Libertador, por ejemplo, se ven multitudes revolviendo y eligiendo compras en conjunto, convocadas por la oferta de tres ejemplares por 1500 pesos. También se pueden conseguir por 600 pesos libros curiosos de Historia sobre Nazismo, Pompeya, Egipto o Revolución de Mayo. Por 100 pesos más, se ofrecen clásicos como “Martín Fierro” o “Las mil y una noches”, esas obras que forman parte del imaginario cultural, aunque muchas veces sus historias hayan llegado por reversiones o formatos audiovisuales más que por sus lecturas. El espacio de Mariscal también tiene clásicos trágicos como “Hamlet” u “Otelo” por 400 pesos, aunque su fuerte son los libros de editorial Quipu para infancias que se venden a ese mismo precio.

Por ahí también, El Aleph, con un llamativo cartel rojo y negro de grafía inconfundible, vende clásicos por 500 pesos y una promoción del orden de lo imbatible: cinco títulos por 500 pesos. Como cuentan desde el stand, esas ofertas son las que más se llevan aprovechando la oportunidad del precio y en el caso de los cinco títulos, muchos comparten la promo para comprar en conjunto y dividir gastos.

La feria es grande y las intenciones del público tan distintas como todo lo que se ofrece, desde títulos inhallables por 30 mil pesos, novedades de grandes editoriales que rondan los 2.500 y 3.000 mil pesos, hasta la posibilidad de acceder a un ejemplar por 200 pesos. Algunos visitantes solo van a la feria para tener una firma, escuchar un autor o autora y descubrir catálogos que no están en librerías.

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