EN BUSCA DE UNA “CIUDAD VERDE”

Avanza el reciclaje en Junín, entre iniciativas privadas y públicas

A la par del proyecto oficial, vecinos y agrupaciones emprenden acciones, en vistas de impulsar la separación de residuos y su reutilización en la ciudad. El testimonio de quienes protagonizan el cambio de paradigma con trabajo diario, y las expectativas frente al avance de la dinámica.

La tendencia mundial es hacia la sustentabilidad, y Junín ha emprendido el camino para acoplarse a ella. Agrupaciones independientes trabajan a la par de iniciativas gubernamentales con miras a que en la ciudad el reciclaje sea una actividad extendida, institucionalizada y provechosa. Los proyectos son incipientes, y los regímenes de trabajo siguen en discusión, pero el puntapié inicial ya fue dado.

Democracia dialogó con funcionarios y representantes de organizaciones acerca del estado de la actividad sustentable en la ciudad, y las iniciativas propuestas para trabajar en conjunto con la ciudadanía, un eslabón fundamental en la separación y reutilización de los residuos. Los ejes, la concientización y difusión de información útil, y la institucionalización y formalización de la actividad.

Una solución
Reciclar es una de las estrategias emprendidas para la disminución del impacto ambiental, generado por los residuos producidos a diario. La iniciativa se basa en la reutilización y transformación de éstos para generar nuevos productos. En diálogo con Democracia, Perla Casella, subsecretaria de medioambiente del municipio, destacó que “el reciclado reincorpora el producto al circuito y evita que se produzcan nuevos”, y es por ello que “el residuo reciclable es un recurso”, y debe ser tratado como tal.

Organizaciones civiles no gubernamentales trabajan arduamente en la ciudad para frenar la destrucción del medioambiente e impulsar el involucramiento activo de los vecinos en las soluciones diarias. Lucio Monserrat, fundador de Ambientarg, explicó a este diario que “Junín atraviesa una grave situación en materia ambiental, particularmente con los residuos”, lo que calificó como “una de las principales temáticas a abordar”. En dicho sentido, el activista afirmó que “Lo fundamental es tener una perspectiva de desarrollo sustentable para la ciudad”, lo que, en definitiva, implica “usar los recursos actuales sin perjudicar las oportunidades futuras”.

No obstante, cabe señalar que es primordial la activa participación ciudadana para que las iniciativas tengan un impacto positivo sobre el ecosistema local. Respecto a ello, Monserrat señaló que “pequeñas acciones marcan la diferencia”, y por ello enfatizó en la responsabilidad individual en vínculo directo con los proyectos estatales y privados. “Está en cada uno generar las oportunidades para el futuro”, agregó.

CABA, el modelo
Establecer un sistema organizado y coordinado de trabajo es elemental para aprovechar los recursos e impulsar un cambio positivo para el ambiente. Democracia consultó a Micaela Cadile, miembro de la Federación Argentina de cartoneros y recicladores (FACCYR), al respecto, quien expresó que “el sistema modelo es el de CABA, con etapas claramente diferenciadas", y destacó que la actividad, al igual que en Capital "fue promovida por cartoneros", que luego acordaron trabajar en conjunto con el Estado. En dicho sentido, en Junín el municipio trabaja a la par de la Cooperativa Las Marías que, explicó Cadile, “nació para llevar a cabo el trabajo en el relleno sanitario". Por su parte, Johana Leal, promotora ambiental de la cooperativa, destacó que “el sistema de reciclado con inclusión social es un sistema local de cogestión con el municipio”.

Cabe destacar que, en diciembre de 2021, se firmó un acuerdo con el gobierno local que implica el uso de la nueva planta de reciclado del relleno sanitario y del Centro de Acopio Transitorio, y ambas partes coincidieron en que está funcionando según lo previsto. Al respecto, Casella destacó que el municipio brinda “logística, infraestructura, herramientas y movilidad para los recuperadores”, que son quienes acopian y trabajan con los materiales, para luego venderlos. Sin embargo, la base del trabajo actual es un proyecto emprendido años atrás, el saneamiento del basural a cielo abierto y su transformación en el relleno sanitario, donde actualmente se acaparan los residuos locales, y se seleccionan, acopian y procesan los reciclables. La funcionaria explicó que “el basural era un foco de contaminación muy grande”, por lo que “no alentaba a los vecinos a reciclar”. Asimismo, agregó que “el relleno sanitario cuenta con todas las medidas de seguridad para que no se contamine”.

Trabajo diario
“Los recuperadores urbanos son actores fundamentales del reciclaje”, explicó Johana. Lo expresado por la trabajadora es innegable. Según explicaron desde la agrupación a Democracia, el sistema se divide en etapas, realizadas por diferentes trabajadores. En primer lugar, la promoción ambiental, que apunta al diálogo directo con los vecinos para impulsar el reciclaje y la separación de residuos en sus casas. “Enseñamos al vecino qué es reciclar, cómo separar en origen y cuáles son los materiales que se reciben”, explicó a este diario Soledad Rousseaux, que se encarga de dicha actividad en la cooperativa.

Tras el contacto con el ciudadano, los recuperadores urbanos visitan las casas y comercios para retirar los reciclables. A la recolección diferenciada le sigue el tratamiento y acondicionamiento del material, en los lugares dispuestos para ello, y, finalmente, los reciclables se venden para su reinserción en la industria.

Según informaron desde Las Marías, Junín tiene gran potencial en lo que respecta al reciclaje. Con la colaboración de los “grandes generadores”, es decir, fábricas, comercios o instituciones que produzcan muchos residuos, se estima que la ciudad produce 40 toneladas de reciclables a la semana, lo que, para los referentes de la cooperativa, demuestra que “la planta recicladora tiene tecnología avanzada, pero es chica para Junín”.
El trabajo diario implica mano de obra, y actualmente hay más de 100 recuperadores urbanos en el programa. De acuerdo a Johana, es el “trabajo persistente, la información y experiencia” de éstos lo que permite un “reciclado efectivo”.

La inauguración del relleno sanitario implicó una mejora en las condiciones de quienes se dedican a este oficio hace varias generaciones. Es que, según explicó Casella, “en el basural había muchas personas trabajando, incluso niños”, y la inauguración de la nueva planta brinda “mayor seguridad y eficiencia”. No obstante, desde FACCYR advierten que la mayor parte de las tareas no son remuneradas, y apuntan a normalizar la situación con un nuevo acuerdo con el municipio. Al respecto, Cadile señaló que “sólo la tarea de juntar y vender el material es remunerada”, no así las complementarias, como la de promoción ambiental. La referente advirtió que “es un sector precarizado”, y que reciclar implica “una gran estructura difícil de mantener de forma autogestiva”.

Iniciativas
“Junín es una ciudad muy importante, se pueden implementar políticas ambientales de alto impacto”, afirmó Monserrat, que, desde Ambientarg, impulsa proyectos de reciclado individual, limpieza de espacios públicos y recolección de colillas de cigarrillos, entre otros. En efecto, su principal iniciativa es la recolección de eco botellas en el Ecopunto del Polideportivo “Beto Mesa”, luego trasladadas a una fábrica para convertirse en madera plástica, que, entre sus principales atributos, “se puede exponer al sol y las lluvias, y tiene mayor durabilidad”. Al respecto, el activista destacó la acción particular de cada vecino para “insertar al circuito productivo algo que hubiera terminado enterrado”.

Por otro lado, se encuentran distribuidos en diferentes espacios de la ciudad los “puntos verdes”, donde los vecinos pueden dejar sus residuos reciclables, para que luego ingresen al circuito de recuperación emprendido por el municipio y la Cooperativa Las Marías. Consultada al respecto, Casella señaló que “los puntos verdes demostraron que en Junín hay mucha gente con ganas de sumarse” y destacó que “se aumentó la capacidad de recolección de reciclables”, por lo que prevén la instalación de nuevas estaciones en más barrios, clubes y escuelas. “Somos muchos los vecinos que reciclamos y llevamos los residuos a los puntos verdes”, agregó Monserrat, que participa de la iniciativa como ciudadano.

No obstante, Cadile advirtió que, a pesar de ser aplicada en muchos municipios, “lamentablemente es una política ineficiente”, puesto que desde la cooperativa estiman que hay “85% de descarte” de lo que se deposita en los puntos verdes de la ciudad. En suma, el proyecto más viable es, para la referente, “una política de recolección diferenciada con promoción ambiental”, que “tiene 0% de descarte”, y se apoya en un sistema puerta a puerta y de promoción.

Concientización, el punto de partida
Existe un amplio consenso entre los representantes sectoriales respecto a que, para impulsar la política de reciclaje y generar un beneficio para la ciudad, se debe poner énfasis en la concientización. En efecto, la subsecretaria de medioambiente afirmó que es necesario “reforzar la difusión para que se conozcan los proyectos y herramientas”, y destacó que “el proceso debe ser acompañado con educación, para que el cambio sea gradual”. Asimismo, en paralelo a los ciclos de capacitación y educación ambiental realizados desde el municipio, las organizaciones civiles también se acercan a la población con información. Según señaló Monserrat a este diario, “en 2021 Ambientarg capacitó a 450 alumnos”, de diferentes niveles e instituciones educativas. “Es necesaria la educación para la transformación, no sólo del futuro, sino del presente”, agregó el activista.

Las posibilidades son infinitas, y el potencial de la ciudad, incontrastable. Es que, desde la agrupación que nuclea a los recuperadores, estiman que “una casa tipo genera aproximadamente 1 kilogramo y medio de residuos por día”, de lo cual, “60% se puede reciclar”, siempre y cuando el vecino separe en origen.

Puntos verdes: lo que sí y lo que no

En las estaciones se pueden depositar vidrios, plásticos, papel, metal y briks. Todos los materiales deben estar limpios y secos, y debidamente almacenados en bolsas, lo que facilita su traslado y aprovechamiento. Desde el área de medioambiente advierten que no se deben incluir espejos, vidrios de ventanas, parabrisas, lámparas de luz, pañales descartables, envases al vacío, papel higiénico, celofán, laminado, plastificado ni carbónico.

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