Murió a los 88 años. Fue enterrado en California
Murió a los 88 años. Fue enterrado en California
A 70 AÑOS DEL ADIÓS A WILLIAM RANDOLPH HEARST

El magnate de la prensa que inspiró “Citizen Kane”

Fue uno de los personajes más influyentes de la política en los EEUU, y tuvo una vida de película que Orson Welles llevó a la pantalla revelando las intimidades que el guionista Herman Mankiewicz le robó a su amante en su propio castillo

Se cumplen hoy 70 años de la muerte de William Randolph Hearst, el polémico magnate de la prensa estadounidense que con su vida de película inspiró a Herman J. Mankiewicz para escribir “Ciudadano Kane” (1941), premiada y elogiada ópera prima de Orson Wells.
Nacido en San Francisco el 29 de abril de 1863, hijo único de George y Phoebe Hearst, el joven William tuvo la oportunidad de ver y experimentar el mundo como pocos lo hacen gracias a la exitosa carrera minera de su padre, un pionero que encontró oro en California y llegó más tarde a senador por ese mismo Estado. A la edad de 10 años, Hearst y su madre hicieron una gira por Europa, reuniendo ideas e inspiración de la grandeza y escala de los castillos, el arte y la historia.
Periodista, editor, publicista, empresario, inversionista, político y un magnate de los medios, llegó a ser propietario de casi una treintena de periódicos nacionales, aunque también tuvo a su cargo empresas editoriales, compañías y emisoras de radios, además de revistas entre las que se destacaron Cosmopolitan o Harper’s Bazaar.
Tomando como referente el trabajo de Joseph Pulitzer y fue conocido por promover la explosión de la prensa sensacionalista en Estados Unidos, una faceta que inició con la compra del San Francisco Examiner, en el que introdujo un estilo de noticias exageradas y a veces falsas que le permitió obtener beneficios posteriores.
Hearst llevaría después ese estilo, desconocido hasta entonces en el mundo, hasta Nueva York, donde compró el New York Morning Journal y contrató a los mejores escritores de la época.
El Journal impuso grandes titulares, despliegue fotográfico y secciones en color.
También se le atribuye el hecho de haber usado sus medios de comunicación con fines políticos (una de sus máximas más conocidas fue “i make news”, es decir, “yo hago las noticias”), siendo los casos más reseñables su intervención para que la Guerra hispano-estadounidense aconteciera y sus periódicos fuesen los que obtuvieran las primicias.
Al parecer, cuando, en medio de la guerra de Cuba (1898), el acorazado estadounidense Maine explotó en el puerto de La Habana, fue Hearst quien señaló a España como culpable de un supuesto sabotaje e instó al por aquel entonces presidente estadounidense William McKinley a iniciar una guerra contra los españoles, algo que el gobierno no tenía en mente. La guerra facilitó a Estados Unidos el dominio del Canal de Panamá y de las últimas colonias españolas de ultramar.
Descrito por las crónicas de la época como ambicioso, extravagante y déspota, Hearst no tardó en manifestar sus intenciones políticas, y llegó a ser electo por el Partido Demócrata como miembro de la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos para el período 1903-1905 y reelecto para 1905 1907.
Cuando Hearst se enteró que Orson Welles llevaría a la gran pantalla una historia inspirada en su vida, trató de evitarlo. De hecho, prohibió que sus medios hicieran mención a esa cinta que, a pesar de haber tenido muy buenas críticas, fue un fracaso de taquilla, algo que le atribuyen a su “censura”.
Narrada principalmente a través de flashbacks, la historia de “Ciudadano Kane” se cuenta a través de la investigación de un periodista que quiere conocer el significado de la última palabra que dijo el magnate de la prensa Charles Foster Kane antes de morir: “Rosebud”. Al parecer, así era como Hearst llamaba a una parte íntima de su amante, la bella actriz Marion Davies.
De hecho, la leyenda urbana cuenta que en una fiesta privada en su yate encontró a Marion besándose con Charles Chaplin, y cegado de la furia y los celos, desenfundó su pistola y le disparó, hiriendo sin querer de muerte a Thomas Harper Ince (justo en el día de su cumpleaños, de ahí la fiesta), ocultando el incidente sin que las autoridades supieran nada del asunto.
Merece la pena mencionar la historia del castillo de 8400 m2 que le encargó a la arquitecta Julia Morgan. Ubicado en San Simeon, California, con vistas al Océano Pacífico, el Castillo Hearst -como se lo conoce- fue construido entre 1919 y 1947 como un regalo para Marion Davies y Patricia Van Cleve Lake, quien supuestamente era hija de la pareja aunque durante años fue presentada oficialmente como sobrina de la actriz...
En 1957 el Castillo y su finca fueron donados por la Hearst Corporation al estado de California y posteriormente se catalogó como edificio histórico nacional que actualmente puede ser visitado por los turistas.
A este castillo, en el que se rodaron algunas escenas de “Espartaco” (1960), entró el Caballo de Troya: Mankiewicz se coló en el círculo de Hearst gracias a un colega, Charles Lederer, sobrino de Marion Davis. En los años 30, dentro de San Simeon, trabó amistad con la actriz, con la que compartía chismes y litros de alcohol, y gracias a quien se enteró de muchas intimidades de la pareja, incluso la palabra erótica con la que Hearst la seducía, la famosa “Rosebud”, lo que lo llevó a escribir una película de culto, y que dicen los que lo conocieron, fue la mayor humillación que Hearst sufrió en su vida.

COMENTARIOS