Una escuela de Jiménez, un departamento santiagueño fue el escenario de un caso atroz de abuso sexual infantil. Los acusados son dos efectivos de la policía que se hospedaban en el establecimiento educativo y custodiaban las fronteras en el marco de la cuarentena por el coronavirus.
De acuerdo a información de El Liberal, los hechos ocurrieron la madrugada del 14 de noviembre pasado. Uno de los policías le habría enviado esa noche varios mensajes de WhatsApp a la chica de 14 años pidiéndole que fuera al colegio porque quería verla.
Al parecer, la menor fue con una amiga un año menor que ella y volvió al día siguiente a su casa sin contar nada de lo que les había ocurrido. Pero unas semanas después, el secreto salió a la luz cuando la adolescente sufrió una descompensación y sus padres la llevaron al hospital. El diagnóstico de los médicos: estaba embarazada.
El relato de la víctima después en Cámara Gesell confirmó el abuso y el fiscal a cargo de la investigación, Carlos Vega, pidió el allanamiento y la detención del funcionario señalado por la menor. Por otro lado el otro policía, que ahora se encuentra detenido, está sospechado de haber abusado de la otra nena, de 13 años.
Se supo que la familia de la adolescente que realizó la denuncia ya comunicó su pedido de interrupción del embarazo y un equipo interdisciplinario acompaña a la víctima en el proceso. En caso de hacerse el aborto, el material genético sería una evidencia clave en la causa para demostrar la culpabilidad del imputado a través del ADN.
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