SOCIEDAD

Sube a un molino para tener señal de Internet y enviar la tarea del colegio

Gualterio Canezza de 13 años, es el protagonista de esta realidad. Vive en Jubileo, un pueblito cercano a Villaguay, Entre Ríos. Su caso se viralizó en las redes sociales.

Se trata de la historia de Gualterio, de 13 años que se viralizó cuando Arturo, su profesor de Historia y Geografía; subió una foto a Facebook del adolescente trepado a un molino para poder mandar sus tareas escolares.

Gualterio va a primer año de la Escuela Agrotécnica J.J. de Urquiza. Este nene vive a 50 km de Villaguay y tuvo que lidiar con difíciles circunstancias como que en plena pandemia no contaba con conexión a internet.

Es por ello que, según contó su profesor al medio Cadena 3, subía todos los días (dos veces) a un molino de viento, único lugar donde recibía señal de Whatsapp. Ahí recibía las actividades, las resolvía en su casa, y regresaba para enviarlas así sus profesores las corregían.

"Ahí me di cuenta de las ganas de superación que tenía", dijo Arturo, su profesor. "Pedí autorización a sus padres para subir una foto al Facebook de la escuela, sin imaginar que tendría semejante magnitud", indicó.

"La respuesta fue inmediata, a los cinco minutos me llamó un legislador provincial que me dijo 'Mirá, entre los dos vamos a hacer que tenga internet en los próximos días'", relató.

Gualterio quiere ser apicultor, toca el bombo y es trabajador rural desde chiquito. Además, demostró en Cadena 3 sus dotes de payador.

"Incluso en los actos escolares virtuales, mandaba videítos para participar también", detalló el docente.

"Uno solo hace lo que tiene que hacer, este es mi trabajo, por ahí le digo a mis colegas más jóvenes que la actividad del docente no es solo dentro del aula, ni termina cuando suena el timbre, los chicos nos precisan", dijo el profesor ente lágrimas.

Esta es la historia de Gualterio, un chico con todas las ganas de superarse y con muchas dificultades para hacerlo. A quien, la situación de aislamiento, afectó mucho. La voluntad de este chico, es digna de admiración, pero la realidad es que un nene de esa edad debería tener mejores condiciones para estudiar. La historia de Gualterio es solamente una, dentro de las de miles de chicos, que tienen dificultades serias para poder seguir con las actividades del colegio.

La situación de pandemia dejó a muchos alumnos totalmente aislados de sistema educativo, porque no todos cuentan con las mismas oportunidades de acceso a medios de comunicación virtuales. Este año será un año perdido para muchos y por más esfuerzo que los docentes hagan, hay situaciones que escapan a su control. Ya es difícil dar clases en las precarias condiciones edilicias de las escuelas de Argentina, pero con la pandemia a los profesores se les dificulta el doble llegar a sus alumnos. Es en este punto, donde el Estado debe estar más presente que nunca. 

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