El déficit financiero aumentó en lo que va del año en $541.722 millones respecto del crédito inicial, con un incremento del 60,85% en relación con el establecido en el Presupuesto original.
Ese incremento es el resultado de un incremento del gasto mayor al que hubo de los ingresos. El Presupuesto 2020 es en rigor una prórroga del de 2019 más sus modificaciones, ya que el presidente Alberto Fernández desechó el proyecto presentado en septiembre del año pasado, que fuera elaborado por la gestión anterior. Por medio de las ampliaciones presupuestarias dispuestas a lo largo del año, los ingresos primarios pasaron de una pauta original de $3.969.791 millones a $6.175.632 millones, con un incremento de $2.205.841 millones, lo que representa un alza del 55,56%. En cuanto al gasto primario, se pasó de $4.860.072 millones a $7.607.635 millones, con un alza de $2.747.563 millones, que implicó una suba del 56,53%. Por su parte, el déficit financiero partió de una pauta inicial de $890.280 millones a $1.432.003 millones, que significó un crecimiento del 60,85%. En lo que respecta al resultado primario, en la pauta inicial existía un superávit de $70.993 millones y hasta el momento se convirtió en un déficit de $470.017 millones.
Según el último informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) gran parte de ese déficit incremental se financió “principalmente con endeudamiento”. De las 19 modificaciones presupuestarias que se instrumentaron en 2020, 16 normas tuvieron impacto en el déficit fiscal.
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