DARÍO SUÁREZ, FOTÓGRAFO

Fotografiar las aves, un descubrimiento de la naturaleza que se transforma en pasión

“La práctica, la consulta a los que saben y el estudio hace que uno vaya descubriendo”, dijo Darío Suárez, al referirse a cómo saber qué tipo de ave está fotografiando, cuando se sumerge en la naturaleza de los caminos que recorre.

Darío Suárez, quien es muy conocido en Junín y el país por haber escrito un libro sobre Sandro, es también un fotógrafo de aves, que “se hizo camino al andar, cuando decidió salir a buscar las aves en la naturaleza misma.
En diálogo con Democracia,  contó que trabaja en la AFIP desde hace más de 40 años. Pero Darío es muy conocido por haber escrito un libro sobre Sandro, el reconocido cantante argentino de la década del 70 y posteriores, y que tiene incluso un monumento en su homenaje, en el Parque Natural “Laguna de Gómez” de Junín.


Por sus fotografías, Suárez recibió una propuesta de la Unnoba que lo incluye en su galería virtual de “Fotógrafos de naturaleza del Noroeste bonaerense”, junto con otros excelentes colegas.
A la pregunta de cómo había descubierto su gusto por la fotografía, explicó: “Siempre me gustó. En mi casa siempre hubo una cámara de fotos, aunque no profesional, que yo usaba para sacar paisajes y hacer retratos, generalmente”.
“Mi idea siempre fue fotografiar por los campos – continuó-. Mi trabajo facilita que lo haga porque viajo por la zona y es así que mi idea era que al jubilarme me iba a dedicar a la fotografía. Pero se me adelantó la inquietud, me compré una cámara profesional y un amigo, Eduardo Duhagón, fotógrafo de naturaleza, me invitó a una salida fotográfica para sacar aves, y a partir de ahí no paré más”.


“Yo no tenía ni idea de cómo era, tal es así que él me prestó un lente de alcance, me sacó el que yo tenía para paisajes y esa tarde me llamó la atención el acercamiento a las aves. Me entusiasmé mucho, pero no es fácil hacerlo, es un camino largo a recorrer”, apuntó.

Aprender el ave
Es así que Darío Suárez empezó a fotografiar aves y a conocerlas. “Las aves son muy inquietas, están en movimiento constantemente y al hacerlo te cambia la luz. Por eso, después de descubrirlas con el acercamiento, siguió un aprendizaje sobre cómo diferenciar las especies, los nombres que tienen”, relató.
El conocimiento no tiene límites, ya que a medida que el fotógrafo toma una foto de un ave luego viene el querer saber qué es lo que está sacando, teniendo en cuenta que Darío Suárez no es un profesional dedicado al conocimiento de la naturaleza y de las aves específicamente.


“A veces una misma especie varía según la vida, como nosotros, de juvenil tiene una característica y después de adulta, cambia totalmente el color del plumaje. A su vez ese ave, es diferente si es macho o hembra, a veces. Es decir, en una misma especie tenés cuatro características diferentes. Suele pasar en algunas garzas, por ejemplo, y en patos, es increíble la variedad que hay en Junín y la zona. Eso es lo que más me costó y sigo aprendiendo”, afirmó.


“Cuando vos ‘descubrís’ un ave en el campo, donde fuera, te parece que el ave no te vio pero no es así. Generalmente está en la altura, la audición que tiene y la condición para la supervivencia para evitar que alguien le haga daño, está muy atenta. Se establece una comunicación con el ave, le saco la primera foto, comienzo a acercarme para ver si puedo sacar otras y estar muy atento al vuelo, a su huida, que hace que cambien los parámetros de la máquina, de la luz, la distancia. Hay una adrenalina provocada por este tipo de fotos, que no se da en otras”, acotó. 

Sus maestros
Según el entrevistado, no hace mucho que está en el tema fotográfico, por eso quiso agradecer y destacar principalmente a sus maestros. “Tuve muy buenos maestros como Eduardo Duhagon, quien además es un amigo personal, y del Foto Grupo Junín, donde yo estudié, José Jesús Rebert, Gustavo Goyeneche y Marcelo Siracusa”, mencionó. 

¿Qué es?
¿Cómo saber qué estás fotografiando? Es una de las incógnitas que sigue al descubrimiento de la naturaleza misma. Una pasión que Darío abrazó en sus viajes, mientras recorría los caminos, a veces solo, otras, acompañado de algún colega fotógrafo. Tampoco le faltan invitaciones para ir más lejos, a otras provincias incluso, y quien sabe, quizá a otro país, atraído por el “llamado de las aves”. Todo puede ser.


“Como todo hobby, emprendimiento o lo que fuere,  - dijo- uno se va rodeando de la gente que hace lo mismo que uno, entonces le pasa las fotos del ave por celular o la computadora, o por ahí cuando está sacando fotos con esa persona, le pregunta qué es lo que está sacando, cómo se llama el ave”.
Darío Suárez mencionó también los libros, que está leyendo constantemente y consultando; también aplicaciones que se bajan en el celular y que, además de aprender, permiten escuchar ¡el canto y el llamado del ave!!! “Eso también es importante –destacó- porque a veces vas caminando en el medio de un monte y sentís cantar y ya distinguís los más comunes entonces sabés qué tipo de ave está por ahí cerca. Todas esas cosas: la práctica, la consulta a los que saben, y el estudio hace que vos vayas descubriendo”.


Respecto a los profesionales que seguramente ayudan a aportar conocimiento a los fotógrafos de aves, Darío Suárez mencionó especialmente a Javier Villamil, que además de fotógrafo destacado, que dicta cursos de fotografía de naturaleza, es veterinario. “Está todo el día en el campo, sabe las costumbres de las aves, de qué se alimentan, cómo son sus crías. Es un referente importante, porque si bien no vive en Junín, es de una localidad muy cercana y está en constante contacto con todo el grupo de fotógrafos”, explicó.

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