La curaduría: un cruce entre literatura, cine y música

Lecturas cruzadas, redes que encadenan libros, películas, obras de arte y canciones, asociaciones libres, escritura que fluye, disparadores de la coyuntura, agenda para no perderse en la inmensidad de la cultura, los newsletters son un territorio donde confluyen metáforas y evocaciones no libradas al azar sino como experiencia crítica de selección curatorial, que despliega perspectivas y miradas temáticas con un importante componente literario y artesanal.
Como cuenta Natalia Gelós, que escribe un newsletter sobre animales y naturaleza, “cada entrega se arma por intuición. De ahí la dispersión. En algún momento, hay un tejido que desde lejos forma algo tipo tapiz y entonces se acomodan las piezas que faltan. A veces lo pienso más como un diario de noticias naturales pero muta a algo que aborda un tema y que entonces filtra en base a esa idea que lo reúne: una historia o dos sobre matanzas, una seguidilla de historias de leones, etcétera”, dice.
Para Marina Mariasch, “los temas en general se me imponen desde la realidad. A veces es escaparse, perderse y hago un rastreo sobre esa temática en la literatura, que no necesariamente tiene que ver con la novedades de la literatura, el cine o de las obras visuales. Me gusta la idea de salirse de la novedad para encontrarse con textos que están en la biblioteca, o arte que está en los museos o en la historia y quizás se pierde de vista porque estamos siempre buscando la novedad”.
Algo similar sostiene Malena Rey: “Me interesaba escapar de la tiranía de las novedades. Trabajé durante varios años en la revista Los Inrockuptibles en la que cubría como editora las novedades en materia de Libros, Artes y Escenas. Y si bien disfruté y aprendí mucho, ahora hay una saturación de contenidos permanente que cuesta filtrar. Sin la urgencia de reseñar la novedad, ya no quiero estar al día con todo. Y se abre el tiempo y el espacio para cruzar distintas disciplinas y épocas”.
Para la responsable de “El Hilo conductor” ahí está la función de la crítica cultural: “Poner en contexto los objetos culturales pero también ser una herramienta de argumentación que vaya más allá del gusto personal, que nos permita emanciparnos de las hegemonías y a la vez reconocernos en aquello que por algún motivo agita nuestra sensibilidad”.
En cambio, Florencia Ure, “ni periodista ni escritora” -como se define- escribe su newsletter “como le sale” y señala: “Es cierto que siempre hay un anclaje en los libros, pero también es cierto que casi toda mi vida gira alrededor de los libros así que poco me cuesta hacer ese link. Digo si hablo sobre la obra de teatro de Kartun, la asocio con el Siglo de Oro español. No es forzado, es armar redes con los libros”.
La responsable del boletín cultural Sie7e Párrafos piensa que “lo personal garpa” y así trabaja sus textos: puede hablar de su hijos o de su historia al ritmo de las lecturas, con un tono muy auténtico.
“A mí me gusta leer una noticia detrás de la cual haya alguien que da su punto de vista y su opinión. Algo que se diferencie del bombardeo de noticias que al final del día son todas la mismas”, indica.
Lo cierto también es que, como explica Manuel Álvarez, cada entrega “lleva mucho tiempo” y él tampoco piensa en temas que estén en agenda: “Al principio del newsletter hago una mínima mención a lo que estamos pasando pero me interesa que eso esté elidido. Estoy acostumbrado a asociar lo que leo con lo que veo o escucho, entonces tengo muchas anotaciones que llevo en un cuaderno y de ahí surgen los temas, no por actualidad, sino por simple voluntad. Por ejemplo, “Las malas” de Camila Sosa Villada me hizo pensar en ‘Lazzaro Felice’”.
A diferencia de estos formatos individuales y con soporte en la literatura, el newsletter semanal de Finde.Club, que nació para desmalezar la cantidad de opciones culturales y ofrecer una agenda cuidada y diversa, incorpora la participación de varios autores que aportan, sugieren, seleccionan y en este cuarentena abarcan temas tan variados, como podcast, joyitas perdidas en la web, archivos a descubrir, cuentas en redes sociales para seguir y lecturas del under.
“La temática de cada edición la definimos siguiendo un poco la agenda ‘pública’ pero también los ánimos sociales que vamos sintiendo- resume- María Gerzovich. Por ejemplo, si sabemos que va a llover todo el finde, vas a ver planes bajo techo, obvio. Ahora en cuarentena es un poco más difícil, pero tratamos de tematizar cada edición para cortar con la monotonía de estos días”.