La salud, a nivel mundial, enfrenta uno de los desafíos más importantes de las últimas décadas y se pone a prueba día tras día desde el comienzo de la pandemia.
En esa prueba cotidiana, además de los médicos, se encuentran los enfermeros que conforman un eslabón clave para hacerle frente a una enfermedad que avanza, superando los tres mil casos de contagios diarios y con un alto número de muertes.
En nuestra ciudad, con siete casos activos, ya dentro de la Fase 5, si bien para muchos la situación parece “controlada”, los profesionales de la salud llaman fervientemente a no relajarse y a cumplir con todas las medidas de prevención que son las que permitirán evitar los contagios.
“Miedo tenemos todos”
Antonela Culaciatti es licenciada en Enfermería, especialista en Control de Infecciones (ECI), miembro del Comité de Infecciones del Hospital Interzonal en el que participan médicos infectólogos y de laboratorio; también del Sanatorio Junín.
Destacó que “por suerte Junín nos dio tiempo para organizarnos y capacitar al personal especialmente en la colocación y retiro de elementos de seguridad personales”.
Esto incluye a todo el personal de los centros de salud, desde limpieza hasta administrativos.
Si bien la ciudad no está desbordada, Antonela asegura que “todo es día a día y muy dinámico. Un entrenamiento diario”.
Asimismo destacó que la pandemia exigió “readecuar el recurso humano y los centros de salud desde lo edilicio”. Especialmente para los aislamientos y evitar el contacto.
“Venimos trabajando desde febrero con los primeros casos de Argentina, tuvimos que reorganizarnos”.
Actualmente se encuentra disponible el Consultorio Respitariorio Febril para quien presenta sintomatología respiratoria, fiebre, tos. Se encuentran en el ingreso de Lavalle, donde hay indicadores.
“Tuvimos que empezar a trabajar en equipo, cuesta mucho, trabajar con recursos humanos, es complejo encajar y trabajar. Se requiere un buen equipo y mucha comunicación. Acá todos trabajamos de la misma manera”.
Y hay muchos involucrados, desde el administrativo que hace el ingreso, el camillero que traslada, y así sucesivamente la cadena de atención de casos.
Consultada sobre los temores que genera el avance de la pandemia, Antonela aseguró: “Miedo tenemos todos, especialmente ante una situación nueva, que no sabemos cómo nos va a impactar. Pero como equipo de salud, si nos quedamos con el miedo nos juega una mala partida. Hay que enfocarse y trabajar por eso”.
No obstante reconoció, “estamos agotados, cansados pero es para destacar a los equipos de dirección, tanto en el Hospital como en el Sanatorio, donde no faltan elementos de protección personal, para que enfermeros y médicos estemos en la trinchera”.
“Cuidar a los que cuidan”
Raquel Perdomo es Licenciada en enfermería, Jefa de servicio en el Hospital y docente en la Unnoba.
Su tarea se basa en la gestión de los diferentes servicios, toma de decisiones, distribución de los recursos, capacitaciones sobre muchas cuestiones pero hoy con el énfasis puesto en la situación “tan particular y preocupante que nos toca transitar como es el Covid-19, entendiendo que es fundamental cuidar a los que cuidan”.
Asegura que “los efectos de esta pandemia no tienen precedentes en el siglo XXI, lo que ha provocado que el personal sanitario también tenga incertidumbre frente a la evolución de la crisis, algo que también deja sus efectos en los que continuamos con nuestra labor”.
Además, a ello se suma “la gran carga emocional que también repercute indudablemente en nuestras vidas”.
Raquel destacó: “Somos una profesión con autonomía, en la cual se nos tiene que respetar en la toma de decisiones, somos los que ponemos el cuerpo, alma, corazón y conocimiento, además de estar las 24 horas del día y todo el año al lado del paciente. Un sistema que no respete el rol de cada actor, lleva a la ineficacia”.
“Golpea en lo profesional y en lo personal”
Gabriel Suárez es enfermero en el área de guardia de emergencia pediátrica, y si bien se atienden pacientes que sin síntomas respiratorios, “ello no implica que si ingresa por ambulancia en emergencia un caso tal, la primera atención la tengamos que hacer en nuestro sector”.
Hoy asegura que “al no haber escuelas no hay tanta circulación de virus respiratorios porque los chicos se contagian menos, pero si se ven bastantes accidentes caseros por estar los chicos mucho más tiempo en la casa, como caídas, cortes, quemaduras”, explicó como uno de los efectos de la cuarentena.
Sobre el impacto de la pandemia al ser un trabajador de salud, Gabriel aseguró que el gran impacto no solo se da en lo profesional sino en lo personal.
“No ver a mis sobrinos o juntarme a comer los domingos con mis hermanos, no poder viajar a Tigre a visitar a mi vieja como lo hacía habitualmente, o no haber festejado mi cumpleaños, el 18 de marzo ya que previo a la cuarentena estricta que se dictó a nivel nacional yo comencé mi aislamiento apenas surgió el primer caso, el 3 de marzo, por precaución”.
Si bien aseguró tener “el temor que tenemos todos de contagiarnos, especialmente los que trabajamos en salud, de contagiarnos y contagiar a algún ser querido”.
Particularmente indicó: “En mi caso no tengo miedo propiamente pero si mucho respeto al coronavirus, incluso porque estoy dentro de los grupos de riesgo. Eso hace que sea muy estricto en cuanto a los cuidados que tomo”.
Pospandemia
Lo que pueda dejar la pandemia cuando todo pase es un poco incierto pero está claro que muchas cuestiones cambiarán para siempre.
“Quisiera que nuestra profesión se enriqueciera y que se valorara mucho más de lo que hoy se valora y que, por supuesto, se fortalezca con políticas públicas y financiamiento”, aseguró la Jefa de Servicio de Enfermería del HIGA y remarcó la importancia de tres cuestiones claves: “Equipo, consenso y equidad”.
Por su parte Antonela consideró que se podrán sacar algunas conclusiones para ver cómo seguir: “Todos vamos a ser distintos. Este es el año de la enfermería, creo que nos van a ver de otra manera, nos van a respetar más”.
No obstante hizo hincapié en que: “Lo que hagamos no sirve de mucho si la comunidad no acompaña cumpliendo las medidas. Hoy Junín está en Fase 5 pero no hay que relajarse. Nos ayuda mucho que la población sepa cómo cuidarse”.
Gabriel destacó que espera un cambio: “Que seamos más unidos, que para un enfermero no haya nada mejor que otro enfermero, que si bien es cierto que somos poco reconocidos y mal pagos, mucho de ello es responsabilidad nuestra ya que estamos desunidos y desorganizados”.
“Deseo que los enfermeros entendamos que la única forma de cambiar nuestra situación es unirnos y organizarnos para pasar de ser víctimas a ser responsables de nuestro destino”.
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