NIÑOS DIGITALES

Crece la preocupación por la exposición a las pantallas en chicos menores de 5 años

Cada vez son más los padres que, pese a las recomendaciones de los especialistas, dejan que sus niños pequeños jueguen durante horas con la tablet o los smartphones. Cuáles son los principales riesgos y qué se debería tener en cuenta.

Estamos acostumbrados a ver niños de todas las edades manipulando distintos artefactos tecnológicos y nos asombramos por la velocidad con la que aprenden, pero no parece preocuparnos demasiado cuán rápido esa exposición a la pantalla les afectará la vista. 
Hace poco, este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó un duro informe en el que advertía que los niños no deben tener ningún acceso a las pantallas hasta los dos años de edad y pasar una hora como máximo frente a ellas entre los tres y cuatro años, aunque menos tiempo es mejor. 
Se trató de una guía elaborada a partir de la revisión de un centenar de estudios realizados en diversas partes del mundo y que ofrecía recomendaciones concretas sobre el tiempo diario que los niños pequeños deben dedicar a la actividad física, al sueño  y cómo se debe acortar el tiempo de sedentarismo y, específicamente, el “tiempo sedentario de pantallas”.
Como pantallas se considera desde la televisión y videos, hasta los juegos de computadora y las consolas, el tema encendió el debate y las dudas de adultos y padres todavía resuenan: ¿qué hacer con ese hábito cada vez más frecuente de los chicos -y sobre todo de los bebés- a querer mirar las pantallitas casi a toda hora? O en todo caso, de los adultos que las utilizan como un juego para que los chicos “se entretengan”.
Como tal vez se sepa, la OMS decidió ser muy precisa en estas recomendaciones adaptándolas a tres categorías de edad antes de los cinco años: menos de un año, entre uno y dos años, y entre tres y cuatro. Los expertos coinciden en que la infancia temprana, durante la cual hay un rápido crecimiento y desarrollo cognitivo, es el periodo en el que se forman los hábitos de los niños y las rutinas familiares están más abiertas a los cambios y son más adaptables.

Con todo, y acaso en tren de avivar la polémica, algunos grupos señalan que los lineamientos de exposición a pantallas de la OMS no consideran los beneficios potenciales de los medios digitales.
La recomendación del organismo internacional “se concentra de más en la exposición y no toma en consideración el contenido ni el contexto del uso”, comentó Andrew Przybylski, director de investigación en el Oxford Internet Institute de la Universidad de Oxford. 
“No todo el tiempo en pantalla es creado de la misma forma”.
El Real Colegio de Pediatría y Salud Infantil de Gran Bretaña, por su parte, indicó que los datos disponibles no son suficientes para permitirles a los expertos establecer un parámetro del nivel adecuado de tiempo de exposición a pantallas.
 “Nuestra investigación ha demostrado que actualmente no hay evidencia que respalde el establecimiento de límites a la exposición a pantallas”, dijo el doctor Max Davie, jefe del Departamento de Mejoramiento de la Salud.
“Las restricciones que recomienda la OMS no parecen proporcionales con los daños potenciales”.
La OMS no detalló específicamente el daño potencial causado por exposición excesiva, pero indicó que los lineamientos –que también incluyen recomendaciones de actividad física y horas de sueño- eran necesarios para atender el aumento en los casos de sedentarismo entre la población general.
Destacó que la inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de muerte y contribuye al incremento en las tasas de obesidad.

Mayor incidencia de enfermedades oculares
La oftalmóloga infantil de nuestra ciudad, Vanesa Materazzo, especializada en oftalmología pediátrica, del Instituto de Ojos,  quien se refirió a la precaución en el uso de las tecnologías en niños. 
El uso y abuso de la tecnología, primero el televisor y luego la computadora, ahora las tablets y celulares son clave en la preocupación de los profesionales, especialmente en el caso de los niños.
“Las razones para limitar el uso de pantallas es que debido al abuso de las mismas ha aumentado la incidencia de diferentes enfermedades oculares, entre las cuales las más frecuentes son miopía, ojo rojo, fatiga visual y sequedad ocular”, explicó la Dra. Vanesa Materazzo.

“La sequedad ocular se produce debido a que normalmente debemos parpadear en torno a 15 veces por minuto pero  delante de la pantalla este movimiento se reduce entre 7 y 10 veces”, advirtió.
La aparición de miopía, según la profesional “se produce debido al excesivo trabajo de cerca y se encuentra directamente relacionado al tiempo de exposición frente a las pantallas. Un informe elaborado por el Instituto Nacional de Salud y Seguridad laboral de los Estados Unidos alerta de que las personas que usan dispositivos digitales más de tres horas por día desarrollarán fatiga visual y se estima que en el 2020 más del 30% de los niños y adolescentes presentarán miopía como consecuencia del uso excesivo de estas tecnologías”, explicó y agregó que “por este motivo, la Academia Americana de Pediatría recomienda que niños de entre 0 y 2 años no estén expuestos a las pantallas; los niños de entre 3 y 5 años, solo una hora al día y los niños de entre 6 y 12 años, hasta dos horas al día”.