COACHING

Pasión por el drama

Pensamientos tóxicos

¿Qué pensamos cuándo pensamos demasiado? ¿Dónde estamos poniendo el foco? ¿En qué nos estamos limitando? Es cierto que estamos expuestos a mucha información exterior y vivimos en modo automático pensando y haciendo sin darnos cuenta, de manera inconsciente.

Puede parecernos que el tiempo no nos alcanza y empiezan las excusas para seguir postergando eso que deseamos lograr o esa situación que queremos resolver. Cuando pensamos demasiado en una situación enfocándonos en el problema y en el pasado lo más probable es que nos quedemos ahí, pensando todo negativo con una profecía auto cumplida de fracaso, lo cual hará que nos sintamos frustrados y vayan apareciendo miedos y ansiedades.

La calidad de nuestros pensamientos determinan nuestro día a día. Tengamos en cuenta que nuestro pensamiento genera una emoción y ésta una acción. Pensar es genial, pero en exceso y sin llegar a ningún lado, a ninguna conclusión, agota la mente y entramos en un bucle sin sentido perdiendo otras capacidades y habilidades.

Me preguntan ¿cómo hacer? Y yo digo voluntad, creen ser tan libres en general y no se dan cuenta que sus propios pensamientos los dominan y controlan privándolos de todo. Con voluntad somos conscientes de realizar acciones en integridad a nuestras necesidades. Probá tu pasión por el drama, escribí en una hoja tus quejas, tus luchas, tus pensamientos, tus críticas y a eso sumale el plus de “basura” que va largando tu entorno, familiares, amigos, compañeros o medios de comunicación.

Una manera de potenciarnos es focalizarnos en lo que sí puede ir bien, en lo que nos gustaría que suceda y ver lo positivo, agradecer lo que sí tenemos, lo que nos suma, apreciar lo lleno del vaso. Reemplazá esos pensamientos tóxicos por otros productivos, salí a caminar, pintá, hacé algún curso, lee un libro, encontrate con gente positiva, con fuerza, con luz para poder contagiarte y aprendé que el poder está en vos y que sos el creador de tu vida, te guste o no, a través de tus pensamientos y creencias.

Nuestra mente va a creer lo que le digamos, el inconsciente, no distingue lo real de lo virtual. Cuando nos demos cuenta del poder que tiene el pensamiento y la palabra de crear realidad, hablaremos menos y pensaremos mejor.

(*)Coach educativo, Neurosicoeducadora, coach emocional

Instagram: @danielatrechcoach