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USO DE INTERNET SIN SUPERVISIÓN

Preocupa el acceso de los menores a contenidos para adultos en la red

Se estima que uno de cada tres chicos de menos de 14 años de edad los ve y apenas un 35% de los padres los controla.

La facilidad con que los menores pueden acceder a contenidos para adultos en Internet se está convirtiendo en un dolor de cabeza para muchos en momentos en que se estima que el 25% del contenido presente en la web se relaciona con este tipo de material.
El tema ya se filtra en algunos consultorios de psicólogos especializados en niños y adolescentes y a nivel mundial inspira iniciativas como la norma aprobada en Inglaterra recientemente que regula y pone límites a los sitios de contenido adulto, exigiendo a los usuarios de ese tipo de plataformas que se registren con datos reales para demostrar que son mayores.
Se trata de un tema relativamente nuevo -la explosión de pornografía en la red suma alrededor de 15 años- pero que suma una multitud de aristas.
Existen relevamientos internacionales que demuestran que uno cada tres chicos de menos de 14 años accede a este tipo de contenidos y que al menos la mitad de ellos llegaron a esos sitios por error. 
Otros dan cuenta de que el control parental sobre este tema es escaso y que sólo alcanza al 35% de los padres. Con todo, el 60% de las familias entiende que se trata de una conducta negativa capaz de generar numerosos perjuicios en menores que atraviesan una edad crítica. Entre ellos, los de instalar estereotipos que cosifican a la mujer.
Pero hay más aún: algunos psiquiatras comparan a los efectos de la pornografía -cuando se transforma en adicción-, con los de drogas como la cocaína y la heroína, capaces de cambiar incluso algunas zonas del cerebro. Al mismo tiempo, se lo vincula con la aparición más temprana de disfunciones sexuales y con el crecimiento del ciberdelito, otra preocupación que crece.

Todo a un “click”
Muchos chicos acceden a este tipo de material desde dispositivos disponibles en el propio hogar. 
Los especialistas consideran que el acceso de los chicos a la pornografía puede ocasionar “un daño significativo en la capacidad del menor para formar relaciones sanas en la adultez”.
Por eso se propone el uso de filtros que bloqueen el acceso a este tipo de materiales, así como poner una especial atención en los contenidos a los que acceden chicos y adolescentes a través de los dispositivos.
Especialmente en el chico porque su psiquis no está preparada para ver este tipo de contenidos. En el adolescente, porque a pesar de existir en él una natural curiosidad por la sexualidad, “lo importante es dialogar sobre el tema, señalarle que las imágenes que ve no representan la vida real y sobre todo entablar un diálogo no acusatorio que permita la confianza para desarrollar el tema desarmando mitos y tabúes”, dice la psicóloga y sexóloga Susana Machado García. 
La preocupación por este tema es mundial y a la vez es creciente.
De la mano de ella surgen iniciativas como la ley aprobada en Gran Bretaña que regula la pornografía on line, exigiendo que los visitantes de los sitios con contenidos para adultos se registren con datos reales que permitan corroborar su mayoría de edad.
La polémica norma, que entrará en vigor el 15 de julio, fue muy cuestionada por quienes consideran que atenta contra la privacidad en la web, pero recibió el apoyo de un 88% de los padres británicos de chicos que tienen entre 7 y 17 años.

Estudios
Según un estudio del Diario Internacional de Psicología para el Desarrollo y la Educación, 1 de cada 3 chicos menores de 14 años aseguró haber visto pornografía on line el último año en España y la mitad dijo haberlo hecho sin querer, por ejemplo, tras accionar un click por error en ventanas emergentes.
Por otra parte, el estudio Adolescentes y Pornografía una revisión de 20 años de investigaciones realizado por el Instituto Internacional de Estudios sobre la Familia revela que el 74% de las familias aseguran que los chicos se informan sobre sexualidad en línea.
Otros datos dan cuenta de algunos de los impactos negativos que se asocian a la visión de pornografía en la niñez o adolescencia, tales como la incorporación de estereotipos machistas que cosifican a la mujer. O incluso la posibilidad de desarrollar una adicción al ver ese tipo de contenidos capaz de alterar incluso algunas zonas del cerebro y con un impacto similar a la que produce el consumo de alcohol o cocaína.
De la mano del crecimiento de la pornografía on line, algunos centros de atención de trastornos sexuales masculinos notaron un aumento de problemas como la impotencia en jóvenes de entre 18 y 30 años.
El abuso de la visión de pornografía, en el caso de los adultos, también se asocia a los problemas de pareja en la adultez, a una menor frecuencia de la actividad sexual y al desinterés por el acto sexual real.

Acompañamiento y diálogo
Para la psicóloga Micaela López, “el  acceso por parte de un menor a contenidos de adultos en internet trae diversos efectos negativos, ya que estos no son acordes a su madurez, tampoco a su capacidad de crítica y de respuesta ante esos estímulos o contenidos”. 
“Si pensamos en el uso de la red, aunque no hablemos de contenidos de adultos, sino del uso frecuente que los chicos le dan, como uso de las redes, juegos online,  hay varios estudios que demuestran  el impacto en los jóvenes, en especial el de las redes sociales en jóvenes entre 16 y 23 años, que es una etapa fundamental para el desarrollo emocional y psicosocial del sujeto”, destacó. 
El impacto se observa en efectos como alteraciones en el sueño, trastornos de ansiedad, baja autoestima y depresión “al buscar el perfeccionamiento en la imagen e idealizar un estilo de vida poco realista que muestran las redes por ejemplo”.
Por otra parte hay problemáticas  que se encuentran relacionadas con el uso no controlado de las redes, y con los contenidos de adultos, tal es el caso del grooming.
“El acoso por internet, por parte de un adulto a un menor. En este caso hay que estar muy atentos porque los acosadores adultos utilizarán distintas estrategias para acosar al menor como por ejemplo el sexting -cuando el propio menor publica sus fotos de contenido erótico, y estas  después son utilizadas por el acosador adulto para manipular al menor, amenazándolo de ridiculizarlo frente a sus pares, familias, en la escuela, sino muestra cada vez más”, explica López. 
“Esto y la pornografía infantil están relacionadas ya que muchas fotos son utilizadas en foros de ese tipo”.
Son temas que surgen como una problemática para muchos padres, relacionadas al uso de las redes sociales, el tiempo que le dedican sus hijos a la tecnología, las formas de control y límite utilizado.
Surge mucho como preocupación en los grupos de padres de los colegios: “Afortunadamente en las escuelas se suele abordar a través de distintas estrategias preventivas, talleres para los estudiantes, charlas para padres, cuyo objetivo es informar y prevenir la problemática. Porque es absolutamente necesario que los adultos estén primero informados, hasta me atrevería a decir que es una obligación estar informados para poder proteger a los menores de los peligros de la red”, asegura López.
La terea es acompañar como en cualquier actividad de la vida diaria a los hijos, pero también supervisar su uso. 
Además de hablar con ellos, informarles sobre los peligros de la red, con vocabulario claro para ellos, reflexionar sobre ciertas temáticas relacionadas al uso de la red, para López “también es importante usar todas las herramientas de control necesarias, como ver el historial de navegación, utilizar todas las medidas de seguridad que ofrece a los padres el servicio de conexión para limitar el acceso a ciertos sitios”.

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