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TRAGEDIA Y VACÍO LEGAL

Murió en Italia y su cuerpo está varado en Ezeiza

La mujer tenía 73 años y tuvo un infarto cuando vacacionaba con su familia. El retiro de sus restos se convirtió en una pesadilla burocrática desde hace seis días.

Una familia marplatense se encontraba en Europa de vacaciones cuando Elsa Margarita Barragán, de 73 años, falleció en medio del viaje. Tras cumplir con los trámites burocráticos, sus familiares lograron que sus restos fueran repatriados desde Italia; pero el cuerpo está varado desde hace seis días en un depósito del aeropuerto de Ezeiza porque se perdió la documentación que permite retirarlo.
“No tenemos consuelo. No tenemos dónde llevarle una flor a mi madre. Ni sus hijos ni sus nietos tienen dónde ir a llorarla”, expresó cargada de angustia e impotencia Andrea Bejanuel, hija de Elsa. Mientras aguarda que las copias de los documentos originales lleguen por correo el viernes próximo para destrabar la situación.
Elsa había viajado a Europa con sus hijas y sus nietos mellizos. Pero el domingo 28 de octubre, después de varios días de recorrer la costa italiana en auto, un fuerte temporal hizo que la familia frenara en una estación de servicio a 30 kilómetros de Pietra Ligure, en la costa italiana. Allí Elsa se descompensó. La ambulancia llegó de inmediato, pero no pudieron reanimarla. Su muerte fue declarada en el Hospital Santa Corona. 
En medio del dolor, su familia logró cumplir con la tramitación para repatriar el cuerpo en una semana. Sin embargo, la aerolínea Alitalia perdió los papeles durante el vuelo de regreso a la Argentina y sus restos quedaron varados por no poder proceder sin esa documentación ante casos como estos.
“Mandaron a mi mamá como si fuera una caja de zapatos, dijo indignada su hija. Con el poco italiano que maneja y sin el respaldo del consulado argentino en Milán -ni siquiera le ofrecieron un traductor-, la mujer cuenta que logró tramitar el certificado de defunción y la documentación necesaria para poder repatriar el cuerpo, pero, para hacerlo, se tuvo que quedar una semana en el pueblo donde murió su madre. 
El 8 de noviembre, los restos salieron desde el aeropuerto de Fiumicino, cuando Andrea y sus hijos tuvieron que regresar desde Barcelona porque desde ahí partía el vuelo originalmente y ellos debían devolver el auto alquilado en esa ciudad para que no les cobraran miles de euros de penalidad. “Cancillería no se movió para que hicieran una excepción. Tuve que manejar 800 kilómetros así”, dijo Andrea. Cuando aterrizaron, recibieron la peor noticia: la aerolínea había extraviado la hoja de ruta con toda la documentación.
“Perdieron todo. Desde Alitalia no nos dieron ninguna explicación. No sabían si los habían perdido en un trasbordo en Roma o en Buenos Aires. No nos quisieron atender el teléfono, nada. Acá hay un vacío legal”, explicó Andrea.
Según fuentes de Aeropuertos Argentina 2000, que controla Ezeiza, la autorización para retirar el féretro la tiene que dar Sanidad de Frontera y Aduana.

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