“Hace unos años atrás se organizó un evento, nos convocaron a escritores y teníamos que mandar tres poemas, y también convocaron a dibujantes de la escuela de arte para que elijan los poemas y los interpreten en la pintura. Yo seleccioné para esta ocasión tristeza, vacío interior y desconcierto. Cuando vi los trabajos quise conocer a la persona Nair Mutti, porque había interpretado de una manera muy especial mis poemas. Al poco tiempo me propuso realizar dibujos para incluir en mi primer libro y así le adelanté que el leitmotiv iba a ser la rosa, que para mí es símbolo de perfección, porque comparándola con la vida tenemos que atravesar en el camino muchas espinas para llegar a la vida espiritual superior, que sería dios o como cada uno le llame. Lo mismo sucede con la rosa, tenés que pincharte muchas veces para llegar a la perfección de sus pétalos. A la semana de haberle llevado el libro ella falleció, pero yo sentía que había cumplido mi cometido. Esa es la relación entre la poesía y lo que provoca en los otros, yo me siento feliz si en esa persona provoqué una reacción que dio origen a su producción y me siento feliz aunque un solo verso toque el corazón de alguien y se sienta identificado. Lo que uno escribe lo hace para que llegue a la gente."
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