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BUENOS AIRES

Millonario asalto a una agencia de recaudación

Con los rostros tapados con capuchas, tres personas armadas encañonaron al personal de la ventanilla recaudadora del gobierno porteño y se robaron un millón de pesos. No hubo heridos. Fue un robo relámpago y en el camino también robaron equipos tecnológicos.

Tres hombres y una mujer armados y con capuchas asaltaron ayer la sede de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y, tras amenazar a una vigiladora y a una empleada de limpieza, robaron un millón de pesos del cobro de impuestos, informaron fuentes policiales.
El asalto fue cometido a las 6.30 de la madrugada en el edificio que funciona sobre la calle Perón 2933, en el barrio porteño de Balvanera, justo en el horario de ingreso del personal, y los investigadores aseguraron que el dinero iba a ser retirado esta mañana por una empresa de transporte de caudales para ser depositado en una institución bancaria.
El hecho se produjo en un edificio en el que funciona la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras, la Dirección General de Fiscalización y Control, la Dirección General de Habilitaciones y Permisos y algunas oficinas de la Policía de la Ciudad.
Además, cuenta con una caja del Banco de la Ciudad, donde habitualmente se concretan los pagos de los derechos de trámites de obras y habilitaciones, y un cajero de la red Link.
La coordinadora general de la AGC, Verónica Lopreite, aseguró que todo comenzó cuando “una mujer y un hombre entraron por la puerta principal y consultaron por los cursos de Manipulación de Alimentos” que el organismo ofrece y que inician a las 8 de la mañana.
Si bien en ese horario el edificio tiene poca concurrencia, fuentes de la AGC aclararon que la institución está abierta las 24 horas porque existen tres turnos de inspectores (mañana, tarde y noche) que pueden ingresar en cualquier momento a las oficinas.
“A los dos minutos ingresaron dos personas más, dos hombres a punta de pistola”, dijo Lopreite sobre los delincuentes que iban vestidos con camperas con capucha y entraron a la institución por la calle Perón, tras lo cual se dirigieron a un sector donde se hallaba una empleada de limpieza y una vigiladora privada.
Allí, “las redujeron, les robaron los celulares y el equipo de radio y las encerraron en el baño”, explicó la coordinadora, aunque aclaró que “ninguna de ellas fue herida” y que “el hecho ocurrió en muy poco tiempo”.
Luego, los ladrones se dirigieron al sector de Tesorería “por una puerta lateral trasera”, donde se hallaba un empleado, quien fue obligado y amenazado para entregar alrededor de un millón de pesos que estaban guardados en una caja fuerte.
El dinero era de los timbrados que se expenden a los fines de llevar adelante los cursos de manipulación de alimentos, un curso obligatorio para el rubro gastronomía, explicaron a la prensa desde el gobierno.

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