Los antibióticos pierden rápidamente su eficacia porque surgen nuevos microorganismos resistentes y aumenta su inmunidad a esos fármacos, señalan distintos especialistas en el tema. Estas conclusiones coinciden con el diagnóstico que hace la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ha declarado que la resistencia a los antimicrobianos es una de las diez principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad.
Según la OMS, el uso indebido y excesivo de antibióticos en humanos y animales está acelerando este problema. La resistencia a los antibióticos hace que las infecciones comunes, como neumonía, tuberculosis, gonorrea y salmonelosis, sean más difíciles de tratar, prolongando las estancias hospitalarias, incrementando los costos médicos y aumentando la mortalidad.
Los nuevos desarrollos cuestan demasiado
En este escenario, Yvonne Mast, microbióloga del Instituto Leibniz DSMZ, de Alemania, afirmó que la creación de los antibióticos fue el mayor logro de la medicina, pero el hecho de que ahora "surja cada vez más resistencia y falten nuevos antibióticos es una gran amenaza" para la humanidad. También lamentó que el camino desde el hallazgo de una sustancia hasta su uso sea largo, de 8 a 15 años, y que los ensayos clínicos sean muy costosos, entre 120 y 2.500 millones de dólares. Asimismo, añadió que los rendimientos de la inversión en el desarrollo de antibióticos son significativamente menores de los que generan otros medicamentos.
Más de 39 millones de personas podrían morir por infecciones resistentes a los antimicrobianos en los próximos 25 años, indica un estudio publicado en la revista The Lancet.
"Actualmente, estamos perdiendo los logros de la medicina moderna y retrocediendo a la época anterior al descubrimiento de la penicilina", advirtió Mathias Pletz, presidente de la Sociedad Paul Ehrlich de Terapia de Infecciones.
Para Frank M. Brunkhorst, médico de la Universidad Friedrich Schiller de Jena, hay dos razones que explican la eficacia de antimicrobianos. En primer lugar, "se siguen recetando demasiados antibióticos, sobre todo en el sector ambulatorio" en la mayoría de los países.
Según los científicos, los antibióticos no son necesarios para tratar todas las afecciones respiratorias. Además, a menudo los profesionales recetan a niños con resfriados o infecciones urinarias, como la cistitis, gran cantidad de medicamentos de este tipo, a veces sin que sean necesarios.
En segundo lugar, gérmenes resistentes se trasladan de un lado a otro, debido a los viajes internacionales que se reiniciaron después del levantamiento de las restricciones impuestas por el coronavirus. De acuerdo con el especialista, las tasas de resistencia son muy elevadas, "sobre todo en países como Grecia, Portugal y Turquía, pero también en India y otros países asiáticos".
En los alimentos
La resistencia a los antibióticos en alimentos también es un problema creciente en la cadena alimentaria. El uso de antibióticos en la agricultura y la ganadería (para evitar infecciones en animales y plantas) puede llevar a la aparición de bacterias resistentes. Estas bacterias pueden contaminar los alimentos y, al ser consumidos, causar infecciones difíciles de tratar. Esto no solo aumenta la morbimortalidad, sino también los costos asociados con la atención médica
Para resolver esta problemática, los políticos deberían prestar más atención al financiamiento de la investigación en el campo y el desarrollo de antibióticos no tendría que ser deficitario para los fabricantes, indicaron los investigadores.
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