NUTRICIÓN

Celíacos piden que se elimine el IVA en productos que no tengan gluten

ACELA solicita a Nación que los productos sin TACC se incluyan en la canasta de alimentos básicos libres de IVA.

El uno por ciento de los argentinos padece celiaquía y paga hasta un 33.5% más que el resto de la población para alimentarse adecuadamente. Sólo la provincia de Córdoba cuenta con una canasta básica libre de gluten y los pacientes del resto del país solicitan al gobierno nacional igualdad de acceso y trato como consumidores, ya que, por ejemplo, la harina común de trigo y sus subproductos (pastas secas, pan rallado y rebozador) han sido excluidos del impuesto al valor agregado, pero las premezclas básicas aptas para celíacos -de por sí más costosas- incluyen IVA.
Otros productos a los que ya no se aplica aplica IVA son la leche vida y UAT, aceite de girasol y mezcla, arroz, yerba mate, té y mate cocido, conservas (frutas, hortalizas y legumbres), huevos, azúcar y yogures. El beneficio es para todos los artículos sin importar su marca y no es necesario solicitar el beneficio en la línea de cajas.
Maureen Papis, representante de la ONG Asistencia al Celíaco de Argentina (ACELA) lial Santa Fe, explicó que “las asociaciones y grupos de celíacos ya hace rato que vienen pidiendo que los alimentos libres de gluten se les saque el IVA para abaratar un poco los costos, ya que en proporción son productos muy caros”. “Ahora, con este decreto, y con todas estas movidas que hubo se incentiva la posibilidad de tenerlo, pero no entramos en el decreto”, lamentó.
Por eso, anunció que desde las agrupaciones de pacientes están intensificando el pedido, “porque le sacaron a la harina el 21% y no así a las premezclas que usamos nosotros, los deos aptos -salvo algunas marcas que tienen sus productos con gluten y entran entonces dentro de la categoría de deos -, pero siempre son de primeras marcas lo nuestro así que si no abarcan a todo tampoco nos incluimos”.
Además, Papis destacó que los alimentos sin TACC (trigo, avena, centeno y cebada) siempre son más caros que los regulares, pero la inacción complica el acceso a una alimentación adecuada: “hay cosas que se han ido, el aumento no ha sido directo pero entendemos que de a poco se van a ir subiendo, entonces hay cosas que, en proporción, a nosotros nos sale más barato cambiar una alimentación que comer deos, que no son baratos para nosotros”.