None
TRAS UN AÑO INTENSO

Momento de desconectar: relax en casa

Peelings, masajes, ejercicios y meditación sin tener que ir a ningún spa ni gastar dinero.

A veces llegamos a fin de año agotadísimos, extenuados por el estrés acumulado durante meses y exhaustos por todos los preparativos de las fiestas adicionales que nos tuvieron al trote hasta último momento.
Comienza enero y si aún no es tiempo de vacaciones, una buena solución para dejar todo el cansancio atrás es tomarnos unos días en un spa. Pero ese “gustito” puede ser tremendamente costoso. Lo bueno es que podemos transformar el hogar en un centro de estética sin tener que dar vueltas todo y sin generarnos un gran gasto.

Masaje relajante
A muchos el estrés les queda literalmente pegado al cuello. Si uno sabe cómo masajearse, pude generar un gran alivio. Los expertos recomiendan entrecruzar los dedos de las dos manos detrás de la cabeza, reclinarse un poco hacia atrás y masajear con los pulgares que quedaron mirando hacia abajo la zona muscular que corre a izquierda y derecha de la columna vertebral.

Tratamiento para el rostro
El mejor modo de comenzar a relajar es haciendo un baño de vapor. Sólo se deben colocar unas gotas de aceite de lavanda en un recipiente de agua caliente y hacerse un baño de vapor directo sobre el rostro.
Luego de eso se puede preparar una máscara en base a una cucharada de yogur orgánico, una cucharadita de miel y unas gotitas de jugo de limón. Tras unos minutos en el rostro, retirarla con agua tibia.

Baño relajante
Si se tiene en la casa una bañera, no hay como preparar una mezcla que potencie el efecto relajante del agua tibia. Las sales de baño tienen un alto contenido de magnesio, que puede ser muy bien absorbido a través de la piel y genera un efecto de relajación. Ese efecto se puede potenciar con aceite de lavanda o de manzanilla, rosas, mandarina o geranio.

Peeling
Los peelings también pueden fabricarse en casa. Mezclar un poco de sal fina con un buen aceite de base es un excelente exfoliante. Vale recordar que hay que masajear el rostro suavemente, con movimientos circulares y repetir el tratamiento sólo una vez por semana.

Contexto sereno
La sensación de relax no tiene por qué estar supeditada al cuarto de baño. Puede darse en otros ambientes. Lo único que hace falta es un contexto que invite a desprenderse de las tensiones. Se puede ambientarlo con bastantes almohadones, mantas de flecos o abrigadas, colores cálidos y luz de vela, por ejemplo.
A esos minutos de descanso se lo puede acompañar con una gran taza de té o de café con leche y una música suave.

Meditación
La meditación puede ser un camino excelente para profundizar la relajación, aunque, por supuesto, no hay una receta que sirva para todos por igual. Lo ideal es lo que más pueda servirle a cada uno. Varía mucho de persona a persona, por eso recomiendan probar diferentes métodos. Para los principiantes está bueno comenzar una transición hacia la relajación con algún té, aroma, ropa o música que nos predisponga bien.

Movimientos de descarga
Para poder cortar con los asuntos que estresan, no siempre hay que estar sentados, quietos, meditando o en la bañera. El movimiento es una gran forma de matar el estrés. El mejor camino para deshacerse de las energías negativas es hacer algún tipo de ejercicio de resistencia como caminar, trotar, montar bicicleta, nadar o tener algún entrenamiento que active la circulación.

Reposo sin interrupciones
No importa si elegimos darnos un baño, hacernos un masaje o beber un té en el sofá... lo fundamental de ese momento debe ser que nos demos tiempos a nosotros mismos. Si estamos pendientes del celular, poco podremos relajarnos. 
No hacer nada también puede ser un modo increíble de relajar, dicen los especialistas que además aconsejan cumplir ocho horas de sueño por las noches.

COMENTARIOS