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ALIMENTACIÓN

Con la vuelta a la rutina resurge el interés por las dietas: cuáles están en auge

La dieta de los Superalimentos, la Gourmet y la Genética ocupan los tres primeros puestos en un ranking elaborado anualmente por expertos europeos de los mejores regímenes para adelgazar.

Desprenderse de los kilos de más es uno de los propósitos capitales al comenzar cada año, que se ve acompañado por el resurgimiento en los primeros meses de un buen número de métodos adelgazantes, de regímenes de autor, o de dietas impulsados por celebrities o que, simplemente, se han vuelto virales en las redes sociales.

Pero no todo lo que está de moda vale, advierten desdel Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), que cada año lanza una clasificación con las dietas más y menos indicadas para perder peso.

Este ranking está respaldado por expertos en obesidad y cuidado de la salud, médicos, nutricionistas, psicólogos, naturópatas y cirujanos, y se nutre de casos observados en consulta, estudios científicos y clasificaciones serias, como la lista de la Asociación Británica de Dietistas o la publicación ‘U.S. News & World Report’, según sus autores (www.imeoobesidad.com) .

“Que la demanda de un tipo de dieta se dispare no significa que es mejor, ni la más adecuada para nosotros”, señala Rubén Bravo, experto en nutrición del mencionado instituto, recalcando que pueden tener múltiples efectos secundarios, como el ‘efecto rebote’ o recuperación del peso perdido e incluso más kilos.

IMEO precisa que los métodos de adelgazar saludables proponen una pérdida de peso paulatina, sin sobrepasar los 1,5 kilos por semana y los 6 kilos al mes; se sirven de todos los grupos de alimentos restringiendo las cantidades de algunos más calóricos y menos saludables; y contribuyen a reeducar los hábitos alimentarios y mantener un estilo de vida sano.

Además, siempre es conveniente que una dieta se siga bajo asesoramiento y supervisión profesional, apuntan.

Los expertos seleccionaron las tres mejores dietas para empezar 2018, explicando en qué consisten y efectuando recomendaciones para sacarle el máximo provecho.

Primer puesto: dieta de los Superalimentos

“Esta alimentación se basa en incluir en nuestro menú diario alimentos como la quínoa, las bayas de goji, la cúrcuma, el jengibre o las semillas de chía, que tienen la capacidad de nutrirnos y de ayudar a mejorar nuestra salud o prevenir enfermedades”, indica la nutricionista clínica Carmen Escalada.

“Si estos ‘superalimentos’ se incluyen en un modelo global de alimentación sano, equilibrado y adecuado, se puede bajar hasta un kilo de grasa a la semana”, explica Escalada.

“Entre las cualidades que se les atribuyen a estos alimentos, la mayoría de ellas científicamente probadas, están el refuerzo del sistema inmunitario, la mejora de la digestión, la reducción del estreñimiento, la mejora de los niveles de colesterol o el mayor control de la glucemia”, añade.

“De todas las dietas recomendables para 2018 es la opción más sencilla, económica y asequible”, explica Rubén Bravo.

Destaca que es un plan actualizado basado en la evidencia científica, que ayudará a los pacientes “no sólo a lograr su peso saludable, sino también a mantener unos buenos hábitos alimenticios apoyados en alimentos beneficiosos para la salud”.

Segundo puesto: dieta Gourmet

Esta dieta propone adelgazar sin renunciar al placer, ni pasar hambre, basándose en el consumo controlado de productos exquisitos considerados ‘gourmet’, en su mayoría naturales, como jamones, quesos, vino, aceite de oliva, marisco, pescado, carnes, embutidos o chocolate.

Con este plan para adelgazar, combinado con ejercicio físico regular, se puede perder más de un kilo por semana, según sus impulsores.

“La clave de este tipo de dieta no está en lo que se come, sino en la forma de preparación o cocción y en la moderación de las cantidades”, según la nutricionista Mireia Elías

“Esta dieta la pueden seguir todo tipo de personas, excepto alérgicos o intolerantes que deberían evitar aquellos alimentos causantes de las mismas en los distintos platos”, añade.

Según Bravo, “estamos viviendo un auge de la cocina elaborada, diseñada para disfrutar más allá de su aspecto alimenticio, creándose una cultura culinaria que eleva las recetas por encima de las preparaciones cotidianas habituales”.

“Es por ello que esta dieta no sólo se centra en los valores nutricionales, sino también en el aspecto organoléptico (aquello que perciben nuestros sentidos) de los menús, rompiendo con la monotonía de las dietas centradas en cocinar solo a la plancha, bajas en sal y demasiado “sosas” para seguirlas durante demasiado tiempo”, señala Bravo.

“Éste plan facilita mucho la vida social, el picoteo y el estilo de vida latino”, enfatiza este experto en nutrición, aconsejando “tener un listado de 10 a 15 platos de elaboración ‘gourmet’ para incluirlos en los menús diarios, y distintas opciones para elegir, dentro de las cartas habituales de los restaurantes”.

Tercer puesto: dieta Genética

Este régimen personaliza la alimentación en función de los resultados de un análisis previo de la información genética relacionada con el metabolismo del paciente, y se fundamenta en la nutrigenómica, ciencia que determina cómo responde nuestro cuerpo ante los nutrientes que ingerimos, según el instituto europeo.

Se elabora la pauta dietética en base a los resultados del test genético, el sexo, la edad, la complexión física, y los hábitos y preferencias o gustos de la persona, en la medida de lo posible.

El objetivo es que el paciente regule sus hábitos alimenticios teniendo en cuenta toda la información del test de ADN, logrando pérdida de peso, un mejor estado de salud general y la prevención de algunas enfermedades o trastornos metabólicos, que pudieran aparecer a medio o largo plazo.

“Este cambio global de hábitos de alimentación y de salud, tenemos que conseguir que el paciente lo pueda mantener a largo plazo y permite  bajar entre 3 y 4 kilos al mes”, apunta la nutricionista Andrea Marqués.

“Esta dieta es la más personalizada de todas, ya que se basa en un estudio específico sobre las tendencias genéticas del paciente, por lo que el plan nutricional se centra en los objetivos concretos de prevención en materia de salud”, señala Bravo a Efe.

“Su inconveniente, al igual que la dieta Gourmet es su elevado coste que no está al alcance de todos los bolsillos”, apunta este experto.

“Si no disponemos de los medios económicos para costearnos este estudio genético y posteriormente el plan personalizado, podemos analizar nosotros mismos las enfermedades o las causas de muerte de nuestros padres y abuelos, para tomar medidas preventivas ante esos mismos trastornos, que podríamos tener un mayor riesgo hereditario de desarrollar”, recomienda Bravo.

Datos

Superalimentos: “Con la dieta de los Superalimentos, basada en alimentos que tienen la capacidad de nutrirnos y de ayudar a mejorar nuestra salud o prevenir enfermedades, se puede bajar hasta un kilo de grasa a la semana”, explica la nutricionista clínica Carmen Escalada.

Gourmet: “La dieta Gourmet propone adelgazar sin renunciar al placer, ni pasar hambre, basándose en el consumo moderado de productos exquisitos y, en su mayoría, naturales, combinada con ejercicio físico regular. Puede hacernos perder más de un kilo por semana”, según la experta Mireia Elías.

Genética: “La dieta Genética, que posibilita bajar de 3 a 4 kilos al mes, es la más personalizada, ya que se basa en un estudio de las tendencias genéticas del paciente, por lo que el plan nutricional se centra en unos objetivos concretos de prevención en materia de salud”, señala a Efe, Rubén Bravo experto en nutrición.

Conceptos que se modifican

Las dietas restrictivas comienzan a ser cuestionadas y son cada vez más los especialistas que creen que cada vez tienen menos adeptos. La nueva tendencia, en la que se enrolan las recomendaciones del Instituto Médico Europeo de la Obesidad que aparecen en la nota central, apuntan a pensar en la calidad de los alimentos además de su aporte energético.

De alguna manera, lo que se plantea es un cambio conceptual: ya no se trata de limitarse a hacer cuentas para ver cuántas calorías se incorporan en una comida, sino de saber, además, qué calidad tiene el alimento a través del cual incorporamos esas calorías.

Esto sucede porque las calorías de los distintos alimentos no generan el mismo impacto en el cuerpo.

Así, 80 kilocalorías provenientes de un snack basado en edulcorantes, aditivos, conservantes, colorantes y demás, nada tienen que ver con las mismas 80 kilocalorías provenientes de una fruta.

De allí que los especialistas recomienden pensar tanto en calidad como en cantidades.

Frente a los alimentos industrializados y procesados, los alimentos que provee la naturaleza, al contener nutrientes nobles, contienen calorías beneficiosas, que incluso pueden contribuir al adelgazamiento.

La palta, el coco (la fruta y su aceite virgen), los frutos secos (almendras, nueces, pistachos o castañas), las semillas (de girasol, calabaza, sésamo, lino, chía y sus aceites vírgenes), las legumbres (lentejas, garbanzos, habas, alubias), los pseudocereales (quinua, amaranto o mijo) y las olivas (aceitunas bien lavadas y su aceite extra virgen) se cuentan dentro de eso grupo.

Todos ellos contienen en mayor o menor medida un tipo de grasas antiinflamatorias (sobre todo las omega 3 y omega 9), que disminuyen los tejidos congestionados, como es el caso del adiposo cuando una persona tiene sobrepeso. Por eso, al consumir estas alternativas en pequeñas porciones y de forma consistente, el cuerpo adelgaza.

“Las dietas mágicas no existen”

“Con la finalidad de lograr el cuerpo perfecto aparecen rígidas tendencias alimentarias con fuertes restricciones, algunas adoptadas como estilo de vida y otras como dietas mágicas. El auge del vegetarismo, las dietas proteicas, la moda fit, la diabolización de las harinas y distintos tipo de estrategias que aparecen popularmente como recursos consideradas para mejorar la salud, convierten a la comida en el centro de sus vidas. Debido a esta obsesión, se embarcan en fuertes restricciones nutricionales y supresiones alimentarias. En algunos casos, se logra el mantenimiento de una alimentación saludable, pero en muchos otros esto genera una alteración de la conducta alimentaria que puede perjudicar a aquellas personas susceptibles de mantener un estilo de vida compensado, generando diversos trastornos de alimentación. Cuando no logramos nuestro objetivo de modificar nuestra imagen corporal por la imposibilidad de sostener una dieta estricta aparece la frustración, la angustia, el desorden y la pérdida de la autoestima. Es importante transmitir que la magia no existe y que la adquisición de una alimentación completa y adecuad es la clave”, explicó Virginia Busnelli, médica especialista en nutrición.

 

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